En la declaración firmada tras la reunión ministerial que ha tenido lugar este lunes y martes en Bruselas, los gobiernos de ambos lados del Atlántico han reiterado su postura contra «las medidas coercitivas de carácter unilateral».
«Reiteramos nuestro rechazo a la aplicación de aquellas medidas coercitivas de carácter unilateral con efecto extraterritorial que son contrarias al Derecho Internacional», han declarado los 61 países reunidos.
También han rechazado las disposiciones de la Ley Helms-Burton que penaliza a las empresas no estadounidenses que decidan operar en la isla.
Estas decisiones, aseguran, «han provocado unas consecuencias humanitarias indebidas para el pueblo cubano y están perjudicando el desarrollo legítimo de lazos comerciales entre Cuba, la Unión Europea y otros países».
Los ministros de la UE y la CELAC han acordado impulsar el multilateralismo y la cooperación internacional para hacer frente a los retos globales como el desarrollo sostenible, la lucha contra el cambio climático y el comercio.