«Los líderes han reafirmado su fuerte apoyo para preservar y reforzar el sistema comercial multilateral basado en normas, centrado en la Organización Mundial del Comercio», reza la declaración final de la cumbre de ASEM, foro creado en 1996 para impulsar la cooperación entre los países europeos y los asiáticos, que hoy reúne a 51 países (los 28 de la UE, Noruega y Suiza, los diez países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, así como Australia, Bangladesh, China, India, Japón, Kazajistán, Corea, Mongolia, Nueva Zelanda, Pakistán y Rusia).
Los líderes se han comprometido «a garantizar el comercio libre y abierto, en igualdad de condiciones, y a combatir todas las formas de proteccionismo, incluidas medidas unilaterales proteccionistas y prácticas comerciales injustas», según el texto de la declaración final.
En ella, ambos bloques subrayan la importancia de «respetar las obligaciones en el marco de la OMC por sus miembros» y han apostado por «reforzar más y reformar la OMC» a fin de «mejorar» su función supervisora y su mecanismo de resolución de disputas y responder así «a los nuevos desafíos».
«No estamos de acuerdo en todo, pero lo que nos une es más importante que cualquier desacuerdo», ha asegurado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien ha ejercido de presidente y anfitrión de la cumbre, que ha admitido que «la señal más importante» que sale de la cumbre, «en el contexto geopolítico actual», es el apoyo de ambos continentes a «un orden internacional basado en normas».
La canciller alemana, Angela Merkel, ha subrayado la importancia de que los países de Europa y Asia –que representan más de la mitad del comercio mundial– se comprometan con «el comercio basado en normas» y envían un mensaje de que «cuando uno gana, el otro también gana».
De hecho, la UE ha aprovechado la cumbre para firmar un acuerdo de libre comercio y de protección de inversiones con Singapur tras ocho años de negociaciones, que arrancaron en 2010. Se trata del primer acuerdo de este tipo que la UE firma con un país del sudeste asiático.
MÁS CONECTIVIDAD
Ambas partes se han comprometido a mejorar la conectividad entre Europa y Asia, teniendo en cuenta «la importancia de desarrollar y reforzar sistemas de transportes e infraestructuras que sean sostenibles desde el punto de vista ambiental, social y fiscal» pero también sean «económicamente viables, asequibles y conforme a los estándares internacionales» y, para ello también, se han comprometido a garantizar «transparencia, igualdad de condiciones y mecanismos de financiación innovadoras» para las inversiones.
En la cumbre, cuyo lema era ‘Socios globales para desafíos globales’, también han apostado por reforzar su cooperación en seguridad y para atajar otros desafíos como la lucha contra el terrorismo o el cambio climático, donde han reafirmado su «fuerte compromiso» con el acuerdo de París y piden avanzar «rápidamente» en su aplicación, eso sí, diferenciando la responsabilidad entre países y teniendo en cuenta las «circunstancias nacionales diferentes». También han pedido «una respuesta internacional complete, basada en la solidaridad» para responder al desafío migratorio.
COREA, IRÁN Y BIRMANIA
Los líderes de Europa y Asia han reclamado a Corea del Norte que «desmantele» todos sus programas e instalaciones de desarrollo nuclear, misiles balísticos y otras armas de destrucción masiva «de forma completa, verificable e irreversible» y que cumpla «plenamente» sus compromisos –asumidos en las cumbres intercoreanas y con Estados Unidos– para «la desnuclearización complete» de la Península coreana.
Y se han mostrado dispuestos a apoyar «una solución completa a través de la diplomacia» pero garantizando la aplicación plena de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU «incluidas las medidas restrictivas» al régimen norcoreano.
«Estamos en el camino firme hacia una resolución diplomática pacífica», ha asegurado en la rueda de prensa final la ministra de Exteriores surcoreana, Kang Kyung Wha, quien ha celebrado que la situación hoy sea muy diferente a la de hace un año por «las continuas provocaciones» de Pyongyang hace un año y el riego de «un enfrentamiento militar», al tiempo que ha agradecido a la UE su apoyo en la crisis norcoreana.
«Estamos en la buena dirección. Si mantenemos este rumbo, lograremos la desnuclearización, la paz permanente en la Península coreana», ha remachado la jefa de la diplomacia surcoreana.
Los líderes de Europa y Asia también han cerrado filas con el acuerdo nuclear iraní, del que se ha descolgado Estados Unidos reintroduciendo sanciones a Irán, al asegurar que está «cumpliendo su objetivo» de «garantizar la naturaleza exclusivamente pacífica del programa nuclear de Irán».
«Preservar el acuerdo nuclear con Irán es una cuestión de respetar los acuerdos internacionales y promover la seguridad, paz y estabilidad internacionales», han subrayado, insistiendo en la necesidad de aplicar los compromisos derivados del acuerdo pero también de levantar las sanciones «incluidas las consecuencias derivadas de ello constituye una parte esencial» del acuerdo, en alusión a la amenaza de EEUU de sancionar a las empresas que sigan comerciando con Irán.
También han reclamado «una solución completa y durable» para atajar las causas en la raíz del conflicto en el Estado birmano de Rajine y que se garanticen las condiciones para el retorno «seguro» y «voluntario» de los miles de refugiados rohingyas que han huido de la represión birmana y haya «una rendición de cuentas».
DDHH Y DISPUTAS TERRITORIALES
En la cumbre ambos bloques han evitado tratar asuntos espinosos en sesión plenaria como sus diferencias en Derechos Humanos o las disputas territoriales, que se han dejado para «las reuniones bilaterales».
Así por ejemplo, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ha abordado con el primer ministro camboyano, Hun Sen, los pasos que la UE espera del país para revertir la «suspensión temporal» de las ventajas comerciales europeas de las que se beneficia el país en el marco del programa ‘Todo Menos Armas’ por el retroceso democrático en el país tras la prohibición del principal partido del país.
También se ha reunido con el ministro de Cooperación Internacional birmano, Kyaw Tin, tras la amenaza del bloque de retirar también a este país las mismas ventajas comerciales por la represión de los rohingyas.
Mogherini ha explicado que una misión se desplazará al país «en las próximas semanas» para evaluar la situación antes de tomar una decisión sobre las ventajas comerciales, que exigen «el respeto de los Derechos Humanos». «Nuestro apoyo a la democratización del país no acabara ahora, pero esto no significa que cerremos los ojos a violaciones que la comunidad internacional ve preocupante», ha remachado.
La primera ministra británica, Theresa May, ha aprovechado la cumbre para explorar las opciones de Reino Unido para reforzar su relación económica y comercial con países como China, Corea del Sur o Singapur, pero Mogherini ha dejado claro que Londres no podrá «concluir» ningún acuerdo de libre comercio «separado» hasta que salga de la Unión. «Esto incluye el periodo de transición, para que quede claro», ha remachado.