El Ministerio de Defensa de Turquía ha indicado en un comunicado que Ankara «ha cumplido sus responsabilidades en el acuerdo como países garante» y ha «para establecer una paz duradera y sostenible en Idlib, las actividades en el marco del consenso son llevadas a cabo sin descanso».
La alianza rebelde del Frente de Liberación Nacional, que cuenta con el respaldo de Turquía, anunció el sábado el inicio de la retirada de armamento lanzacohetes y vehículos de artillería, para trasladarlo al menos a 20 kilómetros de la línea de contacto. El principal grupo yihadista en la zona de Idlib, Tahrir al Sham, no ha dicho aún si cumplirá el acuerdo.
En virtud del acuerdo sellado el mes pasado entre Turquía y Rusia, principal aliado del presidente sirio, Bashar al Assad, los rebeldes «radicales» deben retirarse de la zona desmilitarizada para mediados de este mes.
El pacto impidió una inminente ofensiva del Ejército en una región habitada por tres millones de personas y controlada por los rebeldes, entre los que figuran formaciones yihadistas.
Al Assad ha matizado que se trata de un acuerdo «temporal», en la medida en que el objetivo de su Gobierno sigue siendo recuperar el control de todo el territorio sirio.
En este sentido, atribuyó los temores sobre la posible ofensiva a la «histeria» de Occidente, que teme que sus planes se vengan abajo con la «victoria» de Damasco, según el mandatario.
Tahrir al Sham aún no ha aclarado su postura, que será clave para el éxito del acuerdo. Fuentes rebeldes han asegurado que este grupo, del que forma parte el antiguo Frente al Nusra –extinta rama de Al Qaeda en Siria–, ha enviado mensajes secretos al Ejército turco para confirmar que acatarían el acuerdo.