Millonario. Elegante. Sin una arruga en la camisa. Voz dulce. Jared Kushner, el joven marido de Ivanka Trump, la hija favorita del Presidente electo de los EE.UU. será asesor especial de su suegro cuando este entre a la Casa Blanca. Un puesto que ni siquiera requiere confirmación del Senado.
Kushner nació y creció en Livingston, Nueva Jersey, junto dos hermanas y un hermano. Consiguió plaza en la Universidad de Harvard “pese a sus malas calificaciones”, dice Daniel Golden, autor del libro de El precio de las admisiones: cómo la clase dirigente de EE.UU. se compra el pase a universidades de élite.
A sus 35 años, Kushner tendrá acceso directo al Despacho Oval y capacidad de influir en las decisiones que afectarán a los ciudadanos de América del Norte, del Sur y del mundo entero. Es judío ortodoxo. Sus abuelos escaparon de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial y llegaron a Estados Unidos en 1949, y su padre Charles hizo su fortuna como magnate de bienes raíces en Nueva Jersey.
«Jared ha sido un activo tremendo y un asesor de confianza durante la campaña y la transición y estoy orgulloso de tenerlo en una función clave de liderazgo en mi administración», señaló el orgullo suegro.
Adinerado inmobiliario
Detrás de las cámaras Kushner se mueve como pez en el agua. Es un adinerado y desarrollador inmobiliario. Posee el edificio número 666 de la Quinta Avenida, un rascacielos a pocas cuadras de la Torre Trump en Manhattan, Nueva York.
El nombramiento se esperaba. La relación entre el presidente electo y Kushner es cercana y estrecha. Ya durante la campaña, el joven empresario apareció como una persona indispensable dentro del equipo del entonces aspirante a la presidencia de Estados Unidos. Tuvo gran influencia en la estrategia digital y la contratación de personas para puestos importantes.
Pero las dudas surgen. ¿Cómo será la mano derecha del presidente? Los más optimistas esperan que Kushner sea una fuerza moderadora frente a las decisiones de su futuro jefe. Los más pesimistas piensan que Trump ha decidido colocar a sus familiares cerca para su desarrollo estratégico, sin sublevaciones.
¿Qué pasará con la ley antinepotismo?
Kushner tiene una primera misión: despejar dudas sobre un posible caso de nepotismo y conflicto de intereses. En EE.UU existe una ley antinepotismo, de 1967, que prohíbe a cualquier funcionario público promover a parientes “a una posición civil en la agencia en que está sirviendo o sobre la cual ejerce jurisdicción o control”. La norma está inspirada en la controvertida decisión del presidente John F. Kennedy de nombrar a su hermano Bobby como fiscal general.
Trump y su yerno
El yerno favorito de Trump lo tiene todo. Siempre lo ha tenido, como su suegro. Ambos heredaron grandes imperios. El joven es CEO de Kushner Companies, constructora e inmobiliaria que levanta edificios de lujo en Manhanttan. Para su nuevo cargo, Jared ha dejado sus cargos en la compañía.
Pese a su juventud, el marido de Ivanka, es también el dueño de The New York Observer, un medio con el que consiguió influir en la sociedad neoyorquina en la que ha crecido, al igual que su familia política.
Cuando el magnate Trump, en campaña electoral, expuso sus ideas racistas, su yerno salió en su defensa. En su periódico escribió una opinión titulada ‘El Donald Trump que conozco’. En el texto, Kushner recordó que sus abuelos eran judíos perseguidos por el nacismo. Una prueba de que Trump no es antisemita como le acusa la prensa y sus detractores.