El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este jueves que la próxima semana firmará una nueva orden ejecutiva para «proteger» a la población norteamericana, en un intento por paliar el golpe que ha supuesto la suspensión de su polémico veto migratorio.
Trump firmó el 27 de de enero un decreto que paralizaba el programa de acogida de refugiados e impedía la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. Un tribunal suspendió cautelarmente su aplicación por dudas sobre su legalidad.
«Promulgaremos una nueva orden muy completa para proteger a nuestro pueblo», ha subrayado el mandatario, en una rueda de prensa en la Casa Blanca donde ha lamentado el «desastre» que «heredó» en todos los sentidos de la Administración de Barack Obama.
El Departamento de Justicia norteamericano también ha anticipado que Trump sustituirá su controvertida orden migratoria en un futuro cercano, según un documento judicial recogido por la agencia Reuters. Con este cambio, añade, el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito no tendría por qué reconsiderar la suspensión del documento del 27 de enero.
La Casa Blanca, sin embargo, no ha dado pistas de por dónde irá esta vez Trump. «En relación a la nueva orden, va a estar hecha a medida de lo que yo considero una mala decisión», se ha limitado a explicar el presidente, en alusión a la sentencia que, según sus propias palabras, dictó el «mal tribunal».
La herencia recibida
«Heredé un desastre. En casa y en el extranjero», ha explicado Trump para justificar su hiperactividad política de estas últimas semanas. En este sentido, ha repasado «victorias» y «progresos» como el incremento de la seguridad en la frontera, la lucha contra Estado Islámico, la creación de empleo y la reducción de la burocracia federal.
«En cada una de estas acciones, he cumplido mis promesas al pueblo estadounidense. Son promesas de campaña», ha justificado. Trump ha afirmado que las medidas adoptadas durante este último mes no deberían sorprender a nadie, especialmente a los medios de comunicación.
El primer hispano de la era Trump
Asimismo, el presidente de EEUU ha propuesto a un antiguo miembro de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, Alexander Acosta, como su nuevo candidato para el Departamento de Trabajo, un día después de que su primer aspirante se viese obligado a retirarse por falta de apoyos.
Acosta, decano de la Facultad de Derecho en la Universidad Internacional de Florida, se convierte así en el primer hispano -tiene orígenes cubanos- en ser elegido por Trump para formar parte del nuevo Gobierno, aún sin cerrar por la polémica en la que se han visto envueltos parte de los nominados.
Trump ha dicho de Acosta en rueda de prensa que tiene una «tremenda carrera» a sus espaldas y será un «tremendo secretario de Trabajo». Los medios coinciden en que se trata, al menos, de una elección menos polémica y capaz de contentar a gran parte de quienes criticaron a su predecesor.
Puzder, consejero delegado de CKE Restaurants, anunció el miércoles que retiraba su candidatura para el puesto tras constatar que no iba a superar la votación en el Senado, donde han pesado demasiado sus conrovertidas políticas empresariales. Al ‘no’ demócrata en bloque se iban a sumar al menos cuatro republicanos.