Tradicionalmente, los antiguos altos mandos de las agencias de Inteligencia y seguridad han conservado las autorizaciones que les permiten tener acceso a información privilegiada, como gesto de «cortesía» y que para que puedan ser consultados por sus sucesores, ha explicado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
«Ninguna de estas justificaciones permite el continuo acceso de Brennan a información clasificada», ha añadido Sanders, que ha leído ante los medios un comunicado en el que Trump abre la puerta a revisar los permisos de los que aún siguen gozando antiguos funcionarios que han sido críticos con la actual Administración.
«Como responsable del poder ejecutivo y comandante en jefe, tengo la responsabilidad constitucional de proteger la información clasificada de la nación, también controlando quién tiene acceso a ella», ha argumentado Trump en su nota, en la que ha calificado de «errático» el comportamiento de Brennan.
En este sentido, ha recriminado al que fuese director de la CIA con Barack Obama que se haya beneficiado de su estatus «para hacer una serie de acusaciones infundadas y atroces» sobre el Gobierno federal. «Brennan tiene un pasado que pone en cuestión su objetividad y credibilidad», ha señalado Trump.