«Creo que vamos a competir en lo del gasoducto», ha dicho Trump en la rueda de prensa que ha ofrecido junto a su homólogo ruso, Vladimir Putin, tras celebrar su primera cumbre bilateral, que ha tenido Helsinki como sede.
Trump ha destacado además que Estados Unidos es uno de los países punteros en el mercado gasístico por la venta de gas licuado, por lo que se ha mostrado seguro del éxito norteamericano. «Les deseamos suerte», ha declarado.
Ha aprovechado asimismo para insistir en sus críticas a Berlín por supuestamente echarse en brazos de Moscú. «No sé si es lo que más le interesa a Alemania, pero es la decisión que han tomado», ha espetado.
En la cumbre de la OTAN celebrada la semana pasada, Trump reprochó a los países europeos que Estados Unidos fuera el mayor contribuyente de la Alianza Atlántica para, entre otras cosas, contrarrestar la amenaza rusa, mientras Alemania aumentaba su dependencia de la nación euroasiática con el Nord Stream 2.
La canciller alemana, Angela Merkel, respondió defendiendo «una política independiente» para Alemania y recordando a Trump que, en contra del momento actual, ella sí vivió una época en la que una parte del país estaba controlada por la ya extinta Unión Soviética.