Venezuela necesita bienes de consumo de primera necesidad. Productos tan básicos como papel higiénico, compresas femeninas o detergente son casi imposibles de conseguir en el país caribeño, uno de los principales productores de petróleo del mundo. Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro podría conseguir papel higiénico. Su vecino, Trinidad y Tobago ofrece papel a cambio de petróleo, recoge la revista económica Bloomberg Business.
Así lo ha confirmado la primera ministra de Persad Bissessar quién subrayó el lazo de amistad y cooperación. Las principales exportaciones de Trinidad y Tobago a Venezuela incluyen gasolina, partes de máquinas, aparatos de aire acondicionado, repuestos para refrigeradores, productos de aseo y cemento, mientras que importa materias primas como el petróleo crudo, gasoil, combustible de aviación, conductores eléctricos, mineral de hierro y productos de hierro. «Somos de la opinión de que un mecanismo de intercambio de productos básicos es una promesa significativa para nuestros dos países», dijo la primera ministra.
Según detalló, «el concepto de reparto de productos básicos acordado es simple: el Gobierno de Trinidad y Tobago comprará a sus fabricantes nacionales productos que necesite el Gobierno de Venezuela, como papel higiénico, gasolina y accesorios para máquinas».
El papel higiénico, el principio de la decadencia venezolana
Fue en 2013 cuando el papel higiénico se convirtió en la cara más visible de la decadencia que empezó a azotar Venezuela. Corría el mes de mayo cuando el Gobierno venezolano venía de aprobar un presupuesto de 61 millones de euros adicionales para importar productos de limpieza básicos y aseo. Pero la realidad era que los supermercados estaban vacíos y la gente se desesperaba por encontrar papel higiénico.
Eran más cosas, y siguen siendo, de hecho, a las que los venezolanos no pueden acceder cada día: harina, aceite, desodorante… incluso ataúdes, ya que la falta de tornillos, barniz y otros productos para fabricar los cajones ha ralentizado su producción.
Era entonces ese mes de mayo y los supermercados se quedaban sin papel y sin posibilidad de adquirirlo. Elías Eljuri, director del Instituto Nacional de Estadística venezolano tenía una explicación de lo más lógico para la escasez de este tipo de productos: que la gente comía más. “Aproximadamente el 95% de la gente como tres y más comidas al día”, aseguraba, un aumento que se había atribuido al mejor nivel de vida.
Sólo unos días antes, Nicolás Maduro, el presidente del Gobierno, acusaba a la oposición de haber hecho un llamamiento a la población para comprar de forma masiva este tipo de productos y así, provocar su escasez.
Ya en septiembre, Venezuela se vio obligada a intervenir temporalmente a la empresa fabricante de papel higiénico MANPA, que dejó bajo custodia de la Policía militar, para garantizar su abastecimiento. Con su intervención, el Gobierno pretendía verificar todo el proceso de la cadena de suministro del papel higiénico así como la revisión de inventarios, costes de producción y canales de comercialización.