La decisión de entregar las islas, anunciada en abril de 2016, desencadenó protestas inmediatas en las calles de las principales ciudades egipcias y decenas de manifestantes fueron detenidos.
El pasado 16 de enero, el Tribunal Superior Administrativo de Egipto confirmó una sentencia previa que reafirmaba la soberanía egipcia sobre estas dos islas pese a los recursos del Gobierno.