Una “revolución” contra los intereses antioccidentales de Oriente Próximo es lo que pedirá el exprimer ministro británico Tony Blair. El que fue ‘premier’ hasta 2007 instará al resto de países occidentales a que vayan más allá para combatir la creciente amenaza que supone el Islam radical.
Estas declaraciones forman parte de algunos de los extractos del discurso que pronunciará este miércoles en Londres, que han sido adelantados por los medios británicos.
En una significativa y polémica intervención, Blair sugerirá que tras los errores de Irak y Afganistán, tanto Estados Unidos como los diferentes países de Europa aún se resisten a reconocer el extremismo islamista. Ante esto, el ‘expremier’ pedirá a Occidente que lime asperezas con Rusia y China y que abandonen sus diferencias en otras cuestiones para unirse en la lucha contra el radicalismo en Oriente Próximo.
La “radicalizada y politizada visión del Islam” está, para Blair, amenazando los intereses colectivos occidentales, por ello pedirá que cooperen para combatirlo. Sin embargo, y a pesar de haber sido enviado especial de paz en Oriente Próximo, la petición del que fue primer ministro no parece que será bien recibida.
“Es, de hecho, una lucha en la que nuestros intereses estratégicos están íntimamente involucrados”, asegura Blair. “Participación y compromiso son dos palabras fáciles de usar (…). Pero no hay participación que no suponga ponerse allí. No hay compromiso que no suponga un riesgo”, añade. Asimismo, asegura que Occidente debe estar preparado para respaldar una “revolución” en esos países como Irán, que están gobernados por regímenes radicales. “Donde no haya habido revolución, deberemos apoyar una evolución”, añade.
Implícitamente, Blair critica los regímenes de Arabia Saudí y Pakistán aunque públicamente se hayan mostrado favorables a Occidente porque en ocasiones, toleran la enseñanza de valores islamistas radicales. “Esta lucha entre lo que deberíamos llamar como las mentes abiertas y las mentes cerradas está en el centro del debate sobre si vamos, en el siglo XXI, hacia la coexistencia pacífica o hacia el conflicto entre gente de diferentes culturas”.
En opinión de Blair, el Islam radical “está desestabilizando comunidades e incluso países”. “Está perjudicando la posibilidad de una coexistencia pacífica en la era de la globalización”, añadirá.
Los comentarios del laborista coinciden con la fuerte tensión que existe entre Occidente y Rusia en torno a la crisis de Ucrania, y a la anexión de Crimea a Moscú. También aprovechará para hacer alusión a la guerra civil de Siria, sobre la que afirmará que Occidente pagará un precio muy alto si no interviene en el país. En este contexto, aunque reconocerá la negativa de Reino Unido a tomar medidas militares, confirmará que si él hubiera estado en el poder habría apoyado el establecimiento de una zona de exclusión aérea en el país.