El Partido Conservador ha confirmado a la ministra de Interior, Theresa May, como única candidata para suceder a David Cameron como líder ‘tory’ y, en consecuencia, primera ministra británica, lo que la sitúa ya, virtualmente, en el número 10 de Downing Street.
May se ha quedado sola en las primarias conservadoras después de que su única rival, la titular de Energía, Andrea Leadsom, renunciara a su candidatura para no profundizar la división en las filas ‘tories’, polarizadas durante la campaña para el referéndum.
Leadsom, en una comparecencia junto a su casa, ha argumentado que Reino Unido necesita un nuevo primer ministro «cuanto antes» y ha señalado que, en un escenario como el actual, iniciar un proceso interno de nueve semanas sería «muy inconveniente».
La secretaria de Estado ha explicado que, si bien se siente «muy honrada» por el apoyo recibido de sus colegas, May cuenta con un respaldo mucho más amplio -del 60 por ciento-, de modo que está en «una posición ideal» para tomar las riendas del Gobierno.
La renuncia de Leadsom dibujaba un escenario de incertidumbre porque existía la posibilidad de que el Partido decidiera reabrir las primarias a nuevos aspirantes, ya que un proceso previsto inicialmente para dos meses ha durado apenas una semana.
Todas las miradas se han dirigido al ministro de Justicia, Michael Gove, el otro partidario del ‘Brexit’ en las primarias, que fue descartado la semana pasada por recibir menos votos que sus compañeras, pero el propio Gove ha ratificado su «pleno apoyo» a May.
Así las cosas, Graham Brady, presidente del Comité 1922, encargado de las elecciones conservadoras, ha anunciado a la prensa británica que el Partido ha decidido cerrar el proceso interno con May como única superviviente.
Nominada ya por los suyos, la duda es cuándo se convertirá May en primera ministra británica. Para ello, Cameron debe presentar formalmente su renuncia a la Reina, que está en Escocia, por lo que si Isabel II regresara a Londres, el traspaso de poder podría completarse este lunes.
May, defensora de la permanencia en la UE durante la campaña para el referéndum, ha adelantado que su Gobierno tendrá tres prioridades: conseguir el mejor acuerdo entre Londres y Bruselas para romper lazos, unir al Partido Conservador y cohesionar Reino Unido.
Chris Grayling, portavoz de May, ha dicho que la responsable de Interior se siente «enormemente honrada» por haber recibido la confianza de la mayoría de sus colegas para desempeñar el cargo de jefa de Gobierno.
También ha aplaudido el gesto de Leadsom. «Sus acciones de esta mañana demuestran que es una política decente, de principios, que poner los intereses del país por delante de los suyos. Es una verdadera servidora pública», ha valorado.
Los partidos Laborista y Liberal Demócrata se han apresurado a pedir elecciones anticipadas en Reino Unido ante el inminente nombramiento de Theresa May como nueva primera ministra, ya que consideran que la nueva inquilina de Downing Street debe recibir el refrendo popular.
El coordinador electoral del Partido Laborista, Jon Trickett, ha cuestionado la «coronación» de May y ha reclamado, en aras de la estabilidad nacional, que haya «un primer ministro elegido democráticamente».
En este sentido, ha confirmado que comenzará a movilizar la maquinaria del partido para tratar de constituirse en alternativa a las «fallidas políticas económicas de los ‘tories'», si bien los laboristas tienen abierta también su propia lucha interna por el liderazgo.
El líder del Partido Liberal Demócrata, Tim Farron, ha considerado «simplemente inconcebible» que May acceda a Downing Street sin siquiera haber sido votada por su formación, ya que se ha convertido en la única aspirante a suceder al ‘premier’, David Cameron, tras la dimisión de Andrea Leadsom.
«Reino Unido se merece algo mejor que esta estafa ‘tory'», ha reclamado Farron, que asumió precisamente el liderazgo liberaldemócrata tras las últimas elecciones parlamentarias, celebradas en mayo de 2015. En estos comicios, el Partido Conservador obtuvo una abrumadora mayoría en la Cámara de los Comunes.