Theresa May ha dimitido formalmente este miércoles como primera ministra de Reino Unido, cargo que ocupaba de forma interina desde el 7 de junio, y lo ha hecho deseando «buena suerte» a su sucesor, Boris Johnson, y declarándose «orgullosa» de poder seguir trabajando desde el Parlamento como diputada rasa,según recoge Europa Press.
«Queda mucho por hacer. La prioridad inmediata debe ser completar la salida de la Unión Europea de una manera que funcione para todo el Reino Unido», ha remarcado en su último discurso delante de la puerta de la residencia oficial de Downing Street antes de acudir al palacio de Buckingham. «Si se lleva a cabo esta tarea con éxito, será un nuevo comienzo para el país que puede llevarnos más allá del estancamiento actual y hacia un futuro brillante», ha añadido.