El 9 de julio de 2011 nació la República de Sudán del Sur. Su fundación supuso la creación del estado 54 de África y la nación número 242 del mundo. Con la rúbrica de este acuerdo se ponía fin a más de 50 años de enfrentamientos.
Los conflictos no solo fueron resultado de un enfrentamiento religioso entre los musulmanes del norte y los cristianos y animistas del sur, sino también de la lucha por el control de los recursos naturales.
Durante la segunda guerra civil sudanesa, que ha durado más de 20 años, fueron asesinados aproximadamente 1,9 millones de civiles en el sur, y otros más de cuatro millones fueron desplazados de sus hogares. Además, entre 75% y 80% de la producción petrolera de Sudán viene de los campos que se encuentran en el sur y estos recursos representaban 56% del presupuesto de Sudán del Norte en 2009. Desde los acuerdos de paz de 2005, los ingresos de petróleo son divididos en partes iguales entre Jartum y Juba.
Lejos de significar la estabilidad en la región Sudán del Sur se cometen abusos contra civiles. En concreto, en el estado de Jonglei. La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que el conflicto étnico que sacude la región ha provocado el desplazamiento de miles de ciudadanos. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha informado del desplazamiento de 40.000 habitantes de las seis principales localidades del condado de Pibor.