Los Cascos Blancos realizan labores de rescate en las zonas fuera de control de las fuerzas gubernamentales sirias y sus vidas estaban en peligro ante el avance de estas hacia el sur, según el Ejército israelí. El Gobierno sirio les considera simpatizantes de los grupos yihadistas contra los que combaten, y una tapadera propagandística.
«Siguiendo una directiva del Gobierno israelí a petición de Estados Unidos y algunos países europeos, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han completado recientemente una tarea humanitaria para rescatar a miembros de una organización civil siria y a sus familias», indicó el Ejército israelí en un comunicado.
La nota indica que «se evacuó a los civiles de una zona de guerra en el sur de Siria por una amenaza inmediata sobre sus vidas», y agrega que «el traslado de los sirios desplazados a través de Israel es un gesto humanitario excepcional».
Fuentes del Ministerio de Exteriores sirio han indicado que «Israel siempre ha mentido al decir que no tiene una relación con la guerra en Siria, y pese a ello ha sacado de contrabando a cientos de miembros de los Cascos Blancos, una organización terrorista».
Así, han resaltado que la operación «ha revelado el apoyo» de los estados participantes en la misma a «grupos terroristas y su agresión contra los sirios», tal y como ha recogido la agencia estatal siria de noticias, SANA.
«No hay palabras que describan el descontento que sienten los sirios hacia estas feas conspiraciones y el apoyo ilimitado dado por los países occidentales, Israel y Jordania a los Cascos Blancos y las bandas de Estado Islámico y el Frente Fatá al Nusra y otras organizaciones terroristas», han remachado.