Un centenar de activistas han desplegado en la fachada del inmueble una bandera del MTST y pancartas con mensajes como «Pueblo sin miedo» o «Si es de Lula, es nuestro». Lula mantiene que el inmueble no es suyo ni lo ha disfrutado nunca.
El precandidato presidencial del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y coordinador del MTST, Guilherme Boulos, ha informado de la ocupación a través de redes sociales. «Si es de Lula, el pueblo se puede quedar. Sino, ¿por qué está preso?», ha argumentado.
Con esta acción buscan «denunciar la farsa judicial». «Por primera vez el MTST ha hecho una ocupación consentida. Queremos saber quién va a pedir la reintegración de posesión. Si no es de Lula, la justicia va a tener que explicar por qué han detenido a Lula por este tríplex», ha añadido.
Unas dos horas después de la ocupación, los activistas negocian ya el desalojo del inmueble.
Lula ha sido condenado por un juez federal y por un tribunal regional –en segunda instancia– a doce años de cárcel por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora OAS por sus favores políticos. Finalmente entró en prisión el 7 de abril.
El exdirigente sindical ha agotado prácticamente la segunda instancia y solo le queda acudir a los altos tribunales para revertir la condena. Una vez firme, la sentencia impedirá que pueda competir en las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
Hasta entonces, Lula podrá intentar inscribirse y, en caso de que no se lo permitan, podrá acudir al Tribunal Electoral para que decida. Si consiguiera finalmente el estatus de candidato, el proceso judicial seguiría su curso. Y, si finalmente la Justicia confirma la condena, los votos que haya recibido serán anulados.