El ex presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha sido elegido este domingo por unanimidad presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) y nominado oficialmente como candidato a las elecciones legislativas del 24 de septiembre.
Schulz es la apuesta de los socialistas, que hasta ahora gobernaban en coalición con los democristianos, para ‘luchar’ contra la reelección de Angela Merkel y frenarle los pies a los ultraderechistas de Alternativa Para Alemania (AfD). Un congreso que se ha vivido como una fiesta, con el ya candidato entrando a escena con música rock y pancartas con imágenes gigantes de «Mega-Martin», como le han apodado algunos medios alemanes.
Respaldo unánime
Schulz, de 61 años, obtuvo el cien por cien de los votos de unos 600 delegados reunidos en un congreso extraordinario en Berlín con el encargo de poner fin a 12 años de hegemonía de la canciller democristiana.
«Creo que este resultado es el comienzo de la conquista de la cancillería«, dijo un emocionado Schulz.
En un discurso previo a la votación, y en el que fue ovacionado durante varios minutos, el líder de la centro-izquierda anunció que presentará a finales de junio un programa electoral de «justicia, respeto y dignidad«, pero no entró en detalles.
«Si no velamos porque en este país haya más justicia, no lo hará nadie», proclamó Schulz, considerado el rival de mayor peso para Merkel, quien busca su cuarto mandato.
Europeísmo frente a nacionalismo
El dirigente que ocupó un escaño en el Parlamento europeo durante 22 años y medio, formuló un fervoroso alegato a favor de la Unión Europea, que calificó del «mejor regalo que ha recibido la República Federal de Alemania en su joven historia».
Su perfil como expresidente comunitario es una apuesta por el europeísmo frente a los movimientos ‘nacionalistas’ que cuestionan la actual configuración de la UE y claman en contra de la «islamización» de Alemania, un país con una abundante comunidad turca y altass cuotas de inmigración.
«La AfD no es una alternativa para Alemania. Es sencillamente una vergüenza para la República Federal«, dijo en alusión a unas polémicas declaraciones de un dirigente de la agrupación que calificó de «monumento de la vergüenza» el sitio recordatorio del Holocausto en Berlín.
Una figura popular para ‘revivir’ el partido
La candidatura de Schulz ha resucitado al SPD, que languidecía en torno al 20 por ciento en la intención de voto y ahora está en el 32 por ciento, pisándole los talones a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel. Además le ha deparado más de 12.000 nuevos afiliados.
Sin embargo, la popularidad del líder socialdemócrata ha decaído un tanto, de 46 por ciento a principios de febrero a 38 por ciento en la actualidad, según arroja una encuesta divulgada hoy por el dominical ‘Bild am Sonntag’.
En Alemania no se vota directamente al jefe de Gobierno. A nivel de partidos, Schulz podría desplazar a Merkel únicamente al mando de una alianza de izquierda con los opositores del Partido La Izquierda y Los Verdes, con un 48 por ciento de los votos, precisa el sondeo.
Pero antes de la gran cita en septiembre, Schulz y sus socialdemócratas deberán superar tres pruebas a nivel regional, con elecciones en el estado del Sarre, Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia.
El espejo holandés
Tanto Merkel como Schulz afrontan ahora una carrera presidencial clave no solo para el futuro de Alemania sino para el de Europa. Las elecciones en Holanda han desinflado las aspiraciones del candidato ultraderechista Geert Wilders y se han interpretado como una buena señal en los medios alemanes, sobretodo por la alta participación.
La candidatura de Schultz se suma a ese soplo de esperanza. El Suddeutsche Zeitung, el periodico más importante del sur del país, calificaba su candidatura como «la mejor noticia posible para el socialismo» alemán y abría un foro de debate entre sus lectores titulado: «¿Puede él enderezar Alemania?».
Quedan seis meses para saber si tras las elecciones, al menos, podrá intentarlo.