La esposa de Netanyahu ha firmado el documento ante un tribunal de Jerusalén y ha aceptado así una multa reducida de 55.000 shekels (cerca de 13.660 euros), según ha informado el diario israelí »Yedioth Ahronoth».
De acuerdo con la acusación presentada en junio, la esposa del primer ministro y una funcionaria obtuvieron de manera ilegal unos 100.000 dólares que usaron en servicios de catering, una práctica no permitida por la ley cuando hay un cocinero en la casa, como ocurría en este caso.
De esta forma, Sara Netanyahu ha aceptado un cargo por explotar de forma intencionada el error de otra persona, en lugar del cargo principal por fraude.
El primer ministro, quien a su vez está involucrado en una serie de investigaciones de corrupción, había calificado las acusaciones contra su esposa de absurdas e infundadas.
El fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, anunció el 28 de febrero su intención de imputar a Netanyahu por soborno, fraude y violación de la confianza en tres casos diferentes, a la espera de las vistas.
Netanyahu está siendo investigado en los conocidos como caso 1000, 2000 y 4000, en los que es sospechoso de aceptar regalos de empresarios a cambio de favores políticos, alcanzar un acuerdo con un medio para lograr una cobertura favorable a cambio de dañar a un diario de la competencia, y entregar concesiones a un empresario a cambio de una cobertura favorable en un portal de noticias.
La imputación formal de estos cargos a Netanyahu dependerá del resultado de la citada vista. Netanyahu niega todos los cargos contra él y ha hablado de «caza de brujas». «Es todo mentira», recalcó tras comunicar Mandelblit su intención de imputarle.