Ya en 1909 tuvieron lugar los primeros intentos de envasar cerveza en lata, pero las dudas acerca de la reacción química que pudiera producirse entre el metal y el contenido y la dificultad de obtener un cierre que pudiera soportar la presión interior retrasaron su adopción.
El empleo de la lata presentaba enormes ventajas, así la cervecera norteamericana Krueger decidió invertir en la primera línea de fabricación, que salieron al mercado el 24 de enero de 1935 bajo el nombre de Finest Beer. En menos de un año se vendieron 200 millones de unidades.
Muchas parecían aún botellas metálicas, ya que contaban con cuello y cierre de tapón corona; sin embargo, enseguida percibieron las ventajas del cierre plano, que se abría con un abrelatas especial en forma de pico que perforaba dos agujeros. Además, se experimentó con varias formas y modelos hasta ir mejorando el diseño. Hasta 1963 no se implantaron las tapas de aluminio de fácil apertura, con una lengüeta con anilla.
En el Reino Unido, Felinfoel sacó al mercado en diciembre de 1935 su primera marca en lata, Pale Ale. Un año después había cerca de cuarenta marcas en el país y rápidamente su producción se expandió por Europa.
En España la lata de bebidas aparece en 1966, cuando Cervezas Cruz Blanca lanza al mercado una nueva marca: Skol International Lager. Mahou, Águila Imperial y las restantes cerveceras españolas adoptan enseguida el nuevo envase.
En la actualidad, España es uno de los principales países consumidores de latas de bebida en Europa.