Tras hacerse público un vídeo de una agresión producida en 2006 de una orca a uno de sus entrenadores en el parque de SeaWorld, se reabre el debate sobre el cautiverio de estos cetáceos.
Según informa el diario Clarín.com las imágenes fueron presentadas como prueba en un litigio iniciado por el Secretario de Trabajo de EEUU contra el parque temático Sea World de San Diego, por exponer a sus trabajadores a “caprichos peligrosos” de los animales.
El vídeo muestra como el entrenador Kenneth Peters es atacado por una orca, que lo mantiene preso durante más de 15 minutos en los cuales, tras tenerlo agarrado de un pie, lo sumerge en repetidas ocasiones y durante largos periodos de tiempo bajo el agua. Finalmente, Peters consigue liberarse con la ayuda de sus compañeros y una red, tras lo cual el animal sigue acosándolo.
El ataque se saldó afortunadamente sólo con una rotura en el pie. Además, la misma ballena, llamada Kasatka, ya había atacado a Peters previamente en dos ocasiones en 1993 y 1999.
David Kirby, autor del libro »Death at SeaWorld», explica en él los peligros que esta actividad puede conllevar para quienes trabajan con este tipo de animales y abre a su vez un debate sobre el tema y sobre las condiciones de vida que los mayores depredadores del océano sufren en los tanques de los parques marinos.
Además tras la muerte de la entrenadora de ballenas Dawn Brancheau en el parque marino de SeaWorld de Orlando en febrero de 2010, las cuestiones legales, éticas, de calidad de vida y sobre la seguridad de tener una orca cautiva estuvieron en el punto de mira de los medios y tribunales.
El libro de David Kirby habla sobre Seaworld, una cadena de multimillonarios parques marinos que despiertan una gran controversia en cuanto a la legalidad de la manera en que mantienen a las ballenas en cautividad. Kirby expone el ejemplo de Dawn Brancheau en 2010, sólo tres meses después de la muerte en el tinerfeño zoológico de Loro Parque del adiestrador de orcas, Alexis Martínez, de 29 años. La muerte de Dawn Brancheu fue la más difundida, pero se han dado muchos casos de ataques en SeaWorld y en otros parques temáticos marinos.
Según publica David Kirby en »Huffingtonpost», Dawn Brancheau fue la cuarta persona que murió en un tanque de orcas y docenas de personas han sido heridas seriamente por orcas cautivas. Sin embargo, sólo se conoce un caso de una ballena asesina que hirió a un hombre estando en libertad, sin llegar a registrarse nunca ninguna muerte.
Así, según la científica Naomi Rose, de la Sociedad Protectora de Animales, mientras que no existen registros de ataques de orcas en libertad, la agresión a los formadores de orcas es frecuente.
Además Rose afirma que las orcas en cautiverio tienen una tasa de mortalidad dos veces y medio mayor que aquellas que viven en el noroeste del Pacífico.
Dawn Brancheau (Orlando, EEUU)
Dawn Brancheau murió en febrero de 2010 en el centro marino de SeaWorld en Orlando.
En plena función, la orca Tilikum, un macho de 5 toneladas, agarró a su entrenadora sacudiéndola y hundiéndola en el acuario hasta causarle la muerte, una tragedia cuya responsabilidad pocos atribuyen al animal y la mayoría culpa a las malas condiciones en que estos enormes animales realizan sus demostraciones acrobáticas.
Según la experta en mamíferos marinos, Naomi Rose, si se siguen manteniendo a los animales en las mismas condiciones que hasta ahora, es probable que esta situación se repita.
La experta detalló que la orca necesita “reducir el estrés” que le produce la permanente actividad a la que es forzada durante los espectáculos en un lugar muy reducido en relación a su tamaño, y dijo que una opción sería llevarla a un enclave cerrado en el océano para que pueda hacer ejercicio.
Alexis Martínez (Tenerife, España)
Otra muerte de un adiestrador de orcas en las mismas circunstancias que la anterior se produjo en el zooógico Loro Parque de Tenerife. El 24 de diciembre de 2009, apenas tres meses antes de la muerte de Brancheu, Alexis Martínez, de 29 años, murió a manos de la orca ‘Keto’.
Según afirmó ABC, la autopsia practicada al joven detallaba diversas fracturas, lesiones y la mordedura del animal y calificaba de “violenta” la muerte del joven.
Según el análisis, el motivo inmediato del fallecimiento fue un “edema agudo pulmonar”, mientras que la causa fundamental tuvo que ver con una “asfixia mecánica por compresión aplastamiento toraco abdominal con lesión de centros vitales”.
El examen no solo revela múltiples fracturas sino también la mordedura del animal: “Las marcas redondeadas del examen externo son compatibles con las marcas de los dientes de una orca. La morfología puede quedar parcialmente atenuada por el traje de neopreno que lleva el personal durante el trabajo”.
Sobre las orcas, un catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria explicó al diario La Opinión que «son animales que pueden llegar a pesar ocho toneladas y también son los mayores depredadores del mar, y desde el punto de vista biológico, animales con unas adaptaciones extraordinarias al medio donde viven».
Sin embargo, «se les suele atribuir cualidades humanas», algo que piensa que es un «error» porque «se trata de animales salvajes«. «Un animal no puede ser cruel o sanguinario, porque no mata a sus presas por placer, simplemente se alimenta», explica.