«Creemos que el documento firmado en El Cairo supone una oportunidad para lograr la seguridad del pueblo sirio y estabilizar la situación», ha afirmado el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado recogido por la agencia Interfax.
La próxima entrada de observadores internacionales en Siria supondrá la aplicación de un acuerdo planteado el mes pasado y en el que se planteaba también el repliegue de las fuerzas de seguridad que Damasco mantiene en varias ciudades, la liberación de presos políticos y el comienzo de un diálogo con la oposición.
Según el ministro sirio de Exteriores, Walid al Moualem, su Gobierno finalmente ha firmado aconsejado por Moscú, que se ha convertido en su principal y casi único aliado entre las principales potencias internacionales.