Rusia está dispuesta a «proporcionar una ayuda completa» en la investigación sobre el derribo del avión de Malaysia Airlines en el este de Ucrania y aplaudió la resolución de la ONU que exige un libre acceso al lugar de la tragedia.
«Rusia está dispuesta a proporcionar una ayuda completa [en la investigación] incluso movilizando especialistas», afirma el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
«Creemos que una catástrofe como ésta debe ser aclarada con la participación activa de la Organización de Aviación Civil Internacional», dependiente de la ONU, añade.
Moscú también acogió con agrado la resolución adoptada por los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, incluida Rusia, que condena el ataque al vuelo MH17 y exige un acceso libre al lugar del siniestro.
«Tras intensas consultas se ha adoptado un borrador. En él se pone énfasis en la necesidad de una investigación internacional realmente independiente e imparcial tomando como base los principios de la aviación internacional», informó el comunicado del ministerio.
Es importante que la resolución «pida a todas las partes en el conflicto que pongan fin a las hostilidades en la zona del accidente y garanticen el acceso al lugar de los organismos que participan en la investigación como la misión de observación de la OSCE y otras organizaciones internacionales», añadió.
El presidente ruso, Vladimir Putin, habló con el primer ministro holandés Mark Rutte. Los dos dirigentes mencionaron la necesidad de un «acceso directo y total» al lugar de la catástrofe y de un alto el fuego, precisó el Kremlin en un comunicado.
Los separatistas prorrusos anunciaron el lunes por la noche un alto el fuego en un perímetro de 10 km alrededor del lugar de la catástrofe.
Rusia acusa a Ucrania de abatir el avión
El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas rusas, acusó a Ucrania de abatir el avión malasio en el este de Ucrania con un misil lanzado desde un caza de combate que volaba cerca del Boeing 777. La autoridad militar rusa negó asimismo que Moscú haya entregado sistemas de misiles BUK u otras armas a los rebeldes prorrusos.
«Se observó la situación de tres aeronaves, entre ellas el avión Boeing 777 de la aerolínea malasia. Al mismo tiempo se observó el ascenso de un avión de la Fuerza Aérea ucraniana, posiblemente un SU-25, a una distancia de 3 a 5 kilómetros del Boeing», señaló el general Andrei Kartapolov, jefe de la dirección de operaciones del Estado Mayor.
En una conferencia de prensa para ofrecer información sobre la tragedia del vuelo MH17, que según las potencias occidentales y las autoridades de Kiev fue derribado por un misil por las milicias prorrusas, el general negó que Rusia haya suministrado a los insurgentes esa u otras armas. «La Federación Rusa no entregó a los rebeldes complejos de defensa antiaérea BUK ni otro tipo de armamento o técnica militar», señaló.
Kartapolov denunció también que el Ejército ucraniano trasladó una batería de misiles BUK desde un suburbio de Donetsk hacia un área cercana controlada por los insurgentes poco antes de que se estrellara el Boeing de pasajeros.
«Aquí hay una fotografía de la misma zona tomada el 17 de julio. Miren cómo ese sistema no estaba allí. La fotografía número 5 muestra que, en la mañana de ese día, una batería BUK fue detectada en las cercanías del pueblo de Zarochinske, que está a 50 kilómetros al este de Donetsk y 8 kilómetros al sur de Shjtarsk», afirmó.
«Uno se pregunta por qué la batería terminó en esa zona, cerca del territorio controlado por las milicias y justo antes de la tragedia», dijo el responsable de defensa.