Storchak, que en octubre visitó Caracas al frente de una delegación de asesores, ha confirmado en declaraciones a la agencia Sputnik un pacto sobre un «nuevo calendario» de pagos con el que el Venezuela aspira a suavizar la crisis que sufre actualmente.
La economía venezolana, dependiente del petróleo, suma años de crisis que han dejado a los ciudadanos sin productos básicos, como comida y medicamentos, y con una inflación de más de un millón por ciento, según datos del Parlamento y el FMI. El presidente, Nicolás Maduro, ha atribuido las turbulencias a una «guerra económica» orquestada desde el exterior.