Rusia va a destruir por completo su arsenal de armas químicas, en un proceso que finalizará en 2015. Así lo declaró al diario Novie Izvestia Vladimir Mandychev, jefe adjunto de la Oficina Federal para el almacenamiento seguro y destrucción de armas químicas.
Mandychev aseguró que más de 26.000 toneladas, de las 40.000 toneladas de agentes de guerra química sobrante de la Guerra Fría, serán destruidos antes de que acabe este verano.
El plan persigue la destrucción total de toda la cadena de producción de química de guerra heredada de la época soviética, de acuerdo con el calendario previamente aprobado. El armamento químico es un tema de plena actualidad, ya que Siria posee este tipo de armas y se ha llegado a denunciar que el régimen de Al Assad lo ha empleado contra la población civil. Recientemente, Barack Obama aseguró que el uso de armas químicas forzaría la intervención militar en el país árabe de tropas estadounidenses.
Los principales retos que presenta la destrucción de este tipo de armamento son los de seguridad y el cuidado medioambiental, debido a la alta peligrosidad de las sustancias que, en algunos caso, pueden no haber sido conservadas debidamente.