El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, amenazó el jueves con cerrar el espacio aéreo de Rusia a los aviones que aseguran vuelos entre Europa y Asia por Siberia, la ruta más corta, en respuesta a las sanciones occidentales.
Medvedev dijo que el cierre del espacio aéreo para estos vuelos sería una «medida grave», considerada como una respuesta a la suspensión de la actividad de la compañía aérea de bajo coste rusa, Dobrolet, a causa de las sanciones occidentales.
El cierre del espacio aéreo ruso para los vuelos entre Europa y Asia causaría a las compañías aéreas que utilizan esa ruta importantes gastos de carburante.
Pero también provocaría pérdidas a la principal compañía aérea rusa, Aeroflot, que recibe al año entre 250 millones y 300 millones de dólares de indemnizaciones por los vuelos de tránsito.
«Evidentemente, se trata de una medida grave. Tenemos que reflexionar», dijo el primer ministro ruso.
El cierre afectaría seriamente a las compañías europeas, en particular a Lufthansa, British Airways, Air France y Finnair, que operan numerosos vuelos de largo recorrido hacia Asia.
Bank of America Merrill Lynch estimó esta semana en 30.000 dólares por vuelo el coste de utilizar otros itinerarios.