«Estan eliminando casi todas las pruebas. Si hay que verificar algo, no existirá esa posibilidad, eso no puede no preocuparnos», ha declarado el diplomático.
Skripal, exoficial de inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y nacionalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron atacados con un agente de acción neuroparalizante en Salisbury (Londres) el pasado mes de marzo.
«Nuestros investigadores están dispuestos» a viajar a Londres, aseguró el embajador en un programa del canal Russia 24, agregando que Moscú está interesada en saber la verdad.
Desde el primer momento, el Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque, aunque Scotland Yard todavía continúa la investigación. Moscú rechaza rotundamente las acusaciones, que califica de infundadas.