«Hoy, más que nunca, debemos seguir enseñando al mundo, e incluso a algunos de sus líderes, sobre el capítulo más oscuro de la Historia y los horribles crímenes llevados a cabo por los nazis y sus colaboradores», ha dicho, según ha informado el diario israelí »Yedioth Ahronoth».
Las palabras de Rivlin han llegado apenas unas horas despuñes de que el Gobierno polaco asegurara al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que las declaraciones de Morawiecki no tenían la intención de negar el Holocausto.
Polonia se encuentra en el centro de las críticas de buena parte de la comunidad internacional tras aprobar una ley que impone la cárcel por sugerir que el país fue cómplice de la muerte de millones de judíos durante la guerra.
La ley pena hasta con tres años de cárcel el uso de la expresión «campos de la muerte polacos» para referirse a los centros de exterminio construidos y gestionados por el régimen de Adolf Hitler durante la ocupación nazi de Polonia, así como cualquier término que haga responsable a Varsovia de los crímenes del nazismo en el país.
El sábado, Morawiecki señaló que algunos judíos fueron cómplices en los crímenes del Nazismo, lo que generó críticas inmediatas por parte del primer ministro de Israel, que calificó las palabras de Morawiecki de «escandalosas».
Un periodista preguntó a Morawiecki en la Conferencia de Seguridad de Múnich en Alemania sobre si, según la nueva ley, el reportero podría ser penalizado por contar una historia en Polonia sobre su madre que sobrevivió al Holocausto y decirle que algunos polacos habían colaborado con la Gestapo.
«Por supuesto que no va a ser punible. No va a ser visto como un criminal por decir que hubo autores polacos, ya que había perpetradores judíos, autores rusos, autores ucranianos, no solo alemanes», contestó el primer ministro polaco.
Netanyahu, que también se encontraba en la conferencia de Múnich ha respondido rápidamente. «Las observaciones del primer ministro polaco aquí en Múnich son escandalosas. Aquí hay un problema de incapacidad para comprender la historia y una falta de sensibilidad ante la tragedia de nuestra gente», señaló.
En respuesta, el Ejecutivo polaco ha manifestado que las palabras de Morawiecki «de ninguna manera pretenden negar el Holocausto ni incorporar a las víctimas judías del Holocausto a la responsabilidad de lo que fue un genocidio perpetrado por los alemanes nazis».
«Las palabras (…) deben interpretarse como un llamado sincero a la discusión abierta de los crímenes cometidos contra los judíos durante el Holocausto, independientemente de la nacionalidad de los involucrados en cada crimen», ha añadido el comunicado.
«Los intentos de equiparar los crímenes de los perpetradores nazis con las acciones de sus víctimas –judía, polaca, romaní, entre otros– que lucharon por la supervivencia deben ser resueltas y condenadas abiertamente», ha remachado.
Alrededor de tres millones de judíos que vivieron en Polonia antes de la guerra fueron asesinados por los nazis, lo que representa aproximadamente la mitad de todos los judíos asesinados en el Holocausto.
Judíos de todo el continente fueron enviados a morir en campos de exterminio construidos y operados por alemanes en la Polonia ocupada, hogar de la mayor comunidad judía de Europa en ese momento, incluidos Auschwitz, Treblinka, Belzec y Sobibor.