El comisario del Gobierno alemán contra el antisemitismo, Felix Klein, pidió el sábado a los judíos del país que se abstengan de cubrir sus cabezas con la tradicional kipá en espacios públicos porque podrían ser objetivos de ataques.
Así, dijo que nueve de cada diez ataques antisemitas en Alemania son perpetrados por individuos de extrema derecha, «muchos más que los que puedan perpetrar los musulmanes intoxicados por canales de televisión árabes que retransmiten una imagen terrible de Israel y los judíos».
En respuesta, Rivlin ha indicado a través de su cuenta en la red social Twitter que «la responsabilidad en torno al bienestar, libertad y derecho a la creencia religiosa de todos los miembros de la comunidad judía de Alemania está en manos del Gobierno alemán y sus agencias de seguridad».
«Reconocemos y apreciamos la posición moral del Gobierno de Alemania y su compromiso con la comunidad judía que vive allí, pero los temores en torno a la seguridad de los alemanes judíos son una capitulación ante el antisemitismo y aceptar que, de nuevo, los judíos no están seguros en territorio alemán», ha agregado.
«Nunca nos rendiremos, nunca bajaremos la mirada y nunca reaccionaremos al antisemitismo con derrotismo, y esperamos y pedimos a nuestros aliados que actúen de la misma manera», ha remachado Rivlin.
El número de delitos de esta índole creció un 10 por ciento en Alemania entre 2017 y 2018 — de 1.504 a 1.646 –, y los casos más extremos, con agresión de por medio, se dispararon de 37 a 62 en ese mismo periodo.