El primer ministro taiwanés, Jiang Yi Huah, ha creado un gabinete de crisis tras el suceso, atribuido por las autoridades a una fuga de gas a través del sistema de alcantarillado, según la agencia oficial de noticias CNA. La fuga, cuya causa no está aclarada, derivó en múltiples explosiones.
Equipos de bomberos y cientos de soldados se han desplazado a las zonas afectadas para colaborar en las tareas de rescate. Los servicios de asistencia han cifrado inicialmente en 15 el número de muertos y en 228 el de heridos, aunque han advertido de que este balance podría aumentar.