El Ministerio de Exteriores qatarí ha condenado en un comunicado el incidente, «independientemente de la identidad del responsable», y ha advertido del peligro de «afectar la seguridad en el Golfo y la región en su conjunto», según la agencia estatal de noticias, QNA.
El Gobierno de Estados Unidos ha acusado a Irán de estar detrás de los ataques, que ha tildado como «un asalto flagrante contra la libertad de navegación».
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha señalado que el incidente «es un inaceptable recrudecimiento de las tensiones por parte de Irán» y ha pedido unidad a la comunidad internacional ante las acciones de Teherán.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado «firmemente» el suceso durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la cooperación entre Naciones Unidas y la Liga Árabe.
«Deben establecerse los hechos y aclararse las responsabilidades», ha defendido, antes de advertir de que el mundo no puede permitirse «una gran confrontación en la región del Golfo».