Putin y el monarca jordano «han estudiado varios aspectos de la solución a la crisis en Siria» y, con este objetivo, han acordado mantener la «cooperación efectiva» entre ambos países.
Han prestado «especial atención a los trabajos para garantizar el regreso (a Siria) de los refugiados y de las personas desplazadas temporalmente».
El régimen de Bashar al Assad y sus aliados, entre los que se cuenta Rusia, auguran que la guerra siria llegará pronto a su fin y han animado a refugiados y desplazados a volver. Sin embargo, la ONU y las ONG han advertido de que todavía no se dan las condiciones para un retorno seguro.
En otro orden de temas, los dos mandatarios han intercambiado felicitaciones por el 55º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Rusia y Jordania, subrayando «el carácter amistoso y constructivo» de las mismas.