«Me dan asco tales discusiones. Hablamos de seres humanos, no de alfombras, bienes o mercancías», ha zanjado en declaraciones a la prensa a su llegada a la cumbre informal de líderes de la UE en la que los jefes de Estado y de Gobierno europeos debatirán sobre medidas para gestionar mejor la presión migratoria.
Bettel ha insistido en que «sería una vergüenza» para los 28 que la discusión se dirigiera hacia la idea de reducir el compromiso de acogida a cambio de pagar una compensación y ha subrayado la necesidad de que las soluciones se apoyen en el principio de solidaridad.
En este sentido, también ha recordado la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) que respaldó el sistema de cuotas de acogida de inmigrantes que Hungría y Polonia se niegan a cumplir. «La Justicia nos recordó que la solidaridad es también una decisión que hay que respetar», ha apuntado.
Con todo, el mandatario luxemburgués ha asegurado que el ambiente en este encuentro de líderes es «menos tenso» que el ambiente que ha reinado «en las últimas semanas y meses» entre los socios comunitarios, en una referencia velada al rifirrafe que su ministro de Exteriores, Jean Asselborn, tuvo la semana pasada con el ministro de Exteriores italiano y líder de la Liga, Matteo Salvini, quien calificó de «esclavos» a los inmigrantes africanos.