Al menos 11 personas murieron y tres se encuentran heridas de gravedad a causa del incendio que afecta desde el sábado la ciudad de Valparaíso, en el litoral central de Chile, según la última actualización de las autoridades chilenas que han rebajado a esa cifra el número de muertos por el incendio que desde hace 24 horas afecta a la ciudad portuaria de Valparaíso, donde el fuerte viento y las altas temperaturas han provocado el rebrote del fuego.
Carabineros (Policía militarizada) de Chile aclaró que las personas fallecidas no eran 16, como habían informado previamente las autoridades, sino que el balance provisional de víctimas mortales es de 11. Al mismo tiempo, los equipos de emergencia que trabajan desde la tarde el sábado (hora local) para controlar las llamas del peor incendio en la historia de esta ciudad han ordenado la evacuación de los cerros Ramaditas, Rocuant y Pajonal, en la zona alta de la ciudad, donde se han reactivado varios focos del incendio.
A medida que pasan las horas y se revisan las más de 500 casas destruidas, la policía sigue encontrando víctimas que en muchos casos fallecieron calcinadas por las llamas, por lo que se hace complejo su identificación.
La Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) confirmó a la AFP que hasta el momento hay además tres heridos graves y 500 leves. Un paciente de 46 años que fue trasladado de madrugada de Valparaíso a las urgencias públicas de Santiago, se encontraba en la tarde del domingo (hora española) en estado crítico por quemaduras graves en las extremidades superiores, tórax , rostro y vía aérea, informó el Servicio Metropolitano de Salud central a medios locales.
Las llamas habían consumido 800 hectáreas, según Onemi, y se mantienen algunos focos activos del incendio por controlar, bajo el temor de que el viento previsto para el mediodía reavive el fuego.
«Tremenda tragedia»
A primera hora de la mañana del domingo en Chile, la presidenta Michelle Bachelet calificó el incendio como el «peor en la historia» de este puerto, que ha provocado 10.000 personas evacuadas y considerables daños.
«Es una tremenda tragedia, tal vez el peor incendio de la historia de Valparaíso,», dijo Bachelet tras reunirse con el comité de emergencia de esa ciudad, ubicada a 120 km al oeste de Santiago. Además, la mandataria chilena decretó zona de catástrofe en el lugar del siniestro.
Bachelet confirmó que el balance hasta el momento era de once fallecidos y cifró en 10.000 las personas evacuadas producto del incendio, que arrasó con unas 500 viviendas. Estas cifras podrían incrementarse durante la jornada, cuando se termine con la evaluación preliminar.
Las familias «no solo han perdido sus casas y sus enseres, sino que también lo más importante, los recuerdos familiares», afirmó la mandataria, quien salió a recorrer la ciudad y reunirse con grupos de damnificados.
Remover los escombros
La prioridad, según la presidenta, es enfrentar los focos ígneos que se mantienen activos y comenzar a remover los escombros de las viviendas destruidas. Preveían que al mediodía local habría un aumento de la velocidad del viento, lo que provocaría un rebrote del fuego -como así ha ocurrido-, que se estaba combatiendo con el apoyo de 17 aeronaves y unos 3.500 efectivos.
«Seguiremos apoyando primero en la emergencia y luego en la etapa de reconstrucción», anunció Bachelet.
Valparaíso, visitada cada año por miles de turistas y conocida por los 44 cerros que caen sobre la bahía repletos de casas de colores, cuenta con una complicada geografía para combatir los incendios, con calles estrechas, muchas pendientes y rodeada de zonas forestales.
Evaluación de daños
Con la luz del día, los vecinos volvían a sus casas para evaluar los daños, y en la mayoría de los casos, solo encontraban escombros.
Mónica Vergara perdió todo salvo a sus cuatro hijos. Su casa estaba en el cerro La Cruz uno de los más afectados por el incendio
«Sentí una explosión desde bajo la tierra, la explosión levantó entera la casa, y un bombero nos evacuó. Lo perdí todo pero los hijos están vivos y es lo que importa», dijo abrumada a la AFP.
En los cerros era intenso el humo y el olor a madera quemada. El fuego afectó a barrios muy pobres, instalados de forma precaria y a veces sin permiso en los cerros, donde las casas son en su mayoría de madera y de lata.
«Tenía un infierno alrededor de mi familia», dijo a la AFP Miguel Ramírez, poblador del cerro Mariposas. «El fuego bajó desde los cerros y quemo todas las casas de alrededor», agregó.
Fuertes vientos
El incendio comenzó en horas de la tarde del sábado en el camino La Pólvora, una zona forestal, precisó un comunicado la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), para luego extenderse rápidamente debido a la alta temperatura y fuertes vientos que se registran en la zona.
Los bomberos, con rostros cansados y enrojecidos, seguían trabajando en los cerros Mariposas y la Cruz, los más afectados por el siniestro, donde ya no había fuego pero si mucho humo. Nueve helicópteros y tres aviones colaboraban en el combate contra el fuego.
Las familias que no fueron evacuadas se mantenían en las puertas de sus casas, asustadas de que el fuego se reavive, a causa de las altas temperaturas previstas para este domingo -con máximas de 28 grados- y los vientos de 40 km.
Las autoridades decretaron una prohibición de venta de alcohol y evacuaron la cárcel de mujeres que se ubica en Valparaíso.
Viejo enemigo
En la madrugada, Bachelet decretó zona de catástrofe y desplegó a las Fuerzas Armadas para resguardar la seguridad y ayudar a los damnificados.
Los incendios son un viejo enemigo de Valparaíso, donde miles de familias viven encaramadas en los cerros, en terrenos no aptos para la construcción.
El puerto es visitado cada año por miles de turistas maravillados por sus 44 cerros, desde donde cuelgan casas de colores, a las que se acceden por interminables escaleras, añosos ascensores y estrechos pasajes, una geografía que complica todo.
Dos evacuaciones
En dos semanas, la ciudad ha vivido dos evacuaciones masivas: primero por una alerta de tsunami desatada por un terremoto de 8,2 grados de magnitud en el norte del país que obligó a evacuar las costas, y esta madrugada por el incendio voraz que se propagó con rapidez entre los cerros.
En ambos casos, Bachelet decretó rápidamente el estado de catástrofe, y dejó a las Fuerzas Armadas desplegadas por las calles a cargo de la seguridad y la ayuda de los damnificados.
En total, 3.500 bomberos y policías enfrentan el siniestro, según la Onemi.
El voraz incendio, el mayor vivido en Valparaíso según autoridades, suma un nuevo desafío para Bachelet, quien a un mes de asumir la presidencia con un ambicioso programa de reformas estructurales deberá reordenar nuevamente sus prioridades tanto en el norte del país con los damnificados por el terremoto, como en Valparaíso.