«A pesar de los considerables esfuerzos por reformar el Ejército, no se ha logrado», ha lamentado Bartels, indicando que, a pesar de lo aconsejado en informes anteriores, «la falta de personal y de material es en parte mayor».
Bartels ha llamado la atención sobre «la escasez de personal», que «se ha intensificado». «Muchos soldados están sobrecargados y frustrados», ha afirmado. De acuerdo con el informe, hay más de 20.000 vacantes de oficial y suboficial sin cubrir.
Además, «la disponibilidad de intervención de los sistemas armamentísticos es dramáticamente baja». Los equipos son insuficientes y los que hay están en mal estado ha denunciado. Por ello, ha propuesto una rápida operación de compra de botas, radios y gafas de visión nocturna, entre otras cosas.
Bartels, considerado una especie de abogado de los soldados que todos los años presenta un informe en base a sus investigaciones y a las comunicaciones recibidas –este año más de 2.500–, ha ahondado así en la polémica de los últimos meses por la situación de los militares alemanes.
El lunes se supo que las tropas alemanas que participarán en 2019 en misiones de la OTAN no están bien equipadas y el año pasado la prensa reveló que las Fuerzas Armadas habían tenido que alquilar helicópteros civiles para entrenar a sus pilotos debido al mal estado de su propia flota.