En el acto, celebrado en el Parque Tecnológico Malha, han estado presentes el presidente saliente de Paraguay, Horacio Cartes, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, según ha informado el diario israelí »Yedioth Ahronoth».
Cartes llegó el domingo a Tel Aviv para participar en el acto de inauguración de la Embajada, tras lo que el ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, le dio las gracias por su decisión en el aeropuerto de Ben Gurion.
«La decisión demuestra la profundidad de nuestros lazos y constituye un mayor fortalecimiento de nuestra soberanía en Jerusalén», manifestó Erdan, quien recalcó que la decisión «reconoce el derecho de Israel a determinar su propia capital».
El acto ha tenido lugar menos de una semana después de que el presidente electo de Paraguay, Mario Abdo Benítez, manifestara que analizaría «con madurez» el traslado de la Embajada ante las protestas por la decisión de Estados Unidos y Guatemala.
La decisión del traslado en el caso de Paraguay correspondió al presidente en funciones, Cartes, que el 15 de agosto cederá el bastón de mando a Abdo Benítez, vencedor de las elecciones celebradas el 22 de abril. Ambos forman parte del Partido Colorado, pese a ser de facciones distintas.
Estados Unidos inauguró su Embajada en Jerusalén el pasado 14 de mayo, en medio de unas manifestaciones en Gaza que se saldaron con la muerte de más de 60 palestinos a causa de la represión por parte de las fuerzas de Israel. Dos días después, Guatemala inauguró su Embajada en la ciudad.
Este fue el mayor balance de víctimas en un solo día desde que el 30 de marzo comenzaron las protestas en los Territorios Palestinos de cara a la »Nakba» (»Catástrofe»), que tuvo lugar el martes y en la que se conmemora el inicio del éxodo palestino por la creación del Estado de Israel. Desde entonces, han muerto más de cien palestinos sin que haya ninguna baja del lado israelí.
El auge de las protestas palestinas se debió a la inauguración de la nueva Embajada de Estados Unidos en Israel, que fue trasladada de Tel Aviv a Jerusalén, por una polémica decisión anunciada el pasado 6 de diciembre por el presidente del país norteamericano, Donald Trump, que ha acabado con el consenso internacional sobre el proceso de paz entre israelíes y palestinos.
Uno de los pocos puntos de consenso en la comunidad internacional era que el estatus de Jerusalén, que ambas partes reivindican como capital, debía decidirse en unas eventuales negociaciones de paz. Netanyahu da por zanjada la cuestión, mientras que los palestinos y sus aliados árabes –entre 128 de los 193 miembros de la ONU– exigen a la Casa Blanca que dé marcha atrás.