“Mi hijo, el único españo
l que se encuentra en un corredor de la muerte, no tuvo un juicio justo. Fue declarado culpable por fallos en su defensa”. El que habla es Cándido Ibar, padre de Pablo, que lleva 13 años en el corredor de la muerte, acusado de triple de asesinato.“Si un abogado español hubiese admitido estos mismos fallos al defender a un estadounidense, España habría repetido el juicio”, aseveró. “¿Por qué a mi hijo no?”. Es lo que no deja de preguntarse. La familia de Pablo Ibar solo quiere que se repita el juicio y confiar en la justicia.
Cándido asegura que solo le sostiene la fe. Visita a su hijo una vez al mes. Circula durante 7 horas, lo que tarda en llegar desde Atlanta a Florida donde se encuentra su hijo, para pasa el día con su hijo.
Hablan de “todo” pero sobre todo de la nueva revisión de su caso que será a finales de este año. Su última oportunidad para salir del infierno. La defensa de Pablo apelará al Tribunal Supremo de Florida la negativa del juez del Condado de Broward Jeffrey Levinson a llevar a cabo una revisión postcondenatoria planteada por Ibar. Solo este proceso le cuesta a la familia 300.000 dólares, explica Cándido. Pero el dinero, es lo de menos.
Pablo está bien “tanto física como mentalmente”. La semana pasada me pidió que agradecieses a España todo el apoyo y esta oportunidad para seguir luchando. Una lucha que no sería posible sin Tanya, su mujer. Se conocieron cuando ella tenía 16 años y fue su coartada para demostrar su inocencia. Posteriromente, cuando Pablo cumplía condena, se casaron. Pablo Ibar es afortunado porque todos los sábados recibe la visita Tanya, que conduce durante más de seis horas por las carreteras de Florida para acompañar a su esposo.
En los últimos meses, varios estados de EEUU han abolido la pena de muerte. Nuevo México (2009), Illinois (2011), Connecticut (2012) y Maryland. El hecho de que se sumen más estados a la tendencia abolicionista, es otra esperanza para Cándido y para su hijo, Pablo.