El gobierno británico ha tomado una decisión sin precedentes al escribir a todas las mezquitas del país, pidiendo a los líderes religiosos que hagan más para expulsar a «los hombres del odio» que predican el extremismo.
Erick Pickles, el secretario para las comunidades, ha escrito a 1.100 imanes y otros líderes islámicos pidiendo que digan a los jóvenes musulmanes del país que deberían estar orgullosos de ser británicos, recoge hoy el diario The Telegrpah.
En este sentido, las autoridades de este país insisten en que no es posible luchar contra el yihadismo sin la colaboración de los líderes musulmanes a los que reclaman “responsabilidad” para prevenir que los jóvenes se radicalicen. En la misiva, enviada a los imanes, les pide que identifiquen a los predicadores del odio para echarles de las mezquitas.
La publicación de esta carta coincide con la creciente tensión entre las comunidades religiosas en el país. La Policía Metropolitana anunció que ha aumentado las medidas de seguridad en las comisarías así como el número de oficiales armados en las calles.
Preocupación por el aumento de antisemitismo
La Secretaria de Estado, Theresa May, pidió que “se doblen los esfuerzos” para enfrentarse a la amenaza yihadista y prevenir el aumento de antisemitismo. Así, el rabino Lord Sacks aseguró el domingo que los judíos en Reino Unido “tienen miedo de acudir a las sinagogas y a las tiendas.” Además, el jefe del Consejo Judío, Mick Davis alertó en una carta dirigida a Telegraph del alarmante aumento del antisemitismo así como de la posibilidad de atentados contra la comunidad judía.
Por otro lado, desde el gobierno han subrayado la reacción de la comunidad islámica aunque reclaman una mayor implicación. “Tenemos que mostrar a los jóvenes que el radicalismo no tiene nada que ofrecerles”.
El responsable de los servicios de inteligencia, Baroness Manningham Buller, alertó de que el programa del Gobierno para prevenir la radicalización “no funciona” ya que al menos 600 británicos han viajado a Siria e Irak para hacer la yihad.