No cuentan con los recursos ni el peso político de sus adversarios. No reciben la misma atención mediática. En muchos casos, ni siquiera se conocen sus nombres y proyectos. Pero el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney no están solos en su carrera hacia la Casa Blanca.
Un nutrido grupo de candidatos aspiran a la presidencia de Estados Unidos, aunque sus opciones parecen prácticamente inexistentes. Aquí algunos de ellos:
Jill Stein. Partido Verde
Esta activista de 62 años se convirtió, a la fuerza, en la tercera candidata a las elecciones. Stein protagonizó una escena que le dio visibilidad, la misma que reclamaba, al intentar ‘colarse’ en el segundo debate entre Obama y Romney celebrado en la ciudad de Nueva York.
Fue arrestada junto a Cheri Honkala, su candidata a la vicepresidencia de 49 años, coordinadora nacional del movimiento Derechos Humanos para la Gente Pobre en Estados Unidos.
«Estamos aquí para llevar el valor de los excluidos de nuestra política en este debate falso, esta burla a la democracia», dijo Stein tras ser liberada. A principios de agosto, también fue arrestada por manifestarse frente a un banco en Filadelfia en contra de las ejecuciones hipotecarias.
Este carácter luchador marca la personalidad de la candidata de los Verdes, que ya sabe lo que es perder frente a Romney. En 2002, se presentó como candidata a gobernadora por el estado de Massachusetts, donde el republicano se llevó la victoria.
Graduada en Harvard, como Obama y Romney, les acusa de estar «metidos en el bolsillo de los intereses corporativos».
A favor del aborto, de la universidad y la sanidad gratuitas (con un programa llamado ‘Medicare para todos’), Stein defiende además un impuesto del 90% sobre los bonus de los banqueros de entidades rescatadas y una fiscalidad progresiva.
Su propuesta estrella es un»Nuevo Acuerdo Verde» de inversiones estatales para crear 25 millones »empleos verdes» y es una firme defensora de los derechos de los inmigrantes. “Debemos crear una vía jurídica que los acoja y los conduzca a una ciudadanía plena”.
En política exterior, cree que Irán no es una amenaza probada para EEUU, que debe levantar el embargo a Cuba y se debería condenar la ocupación israelí en territorios palestinos.
Gary Johnson. Partido Libertario
Johnson lidera el tercer partido más fuerte de EEUU. Comparte con Romney su pasado político y empresarial, aunque en sectores y lugares muy diferentes. En 1976 fundó la compañía Big J Enterprises, que se convirtió en una de las empresas de construcción más grandes del estado de Nuevo México, donde después fue gobernador durante dos mandatos. Durante sus primeros seis meses en el poder, usó su poder de veto más de 200 veces.
Partidario de reducir al máximo la administración, promete rebajar un 43% los gastos federales, defiende fuertes recortes de gastos en sanidad, en especial en Medicare y Medicaid. Quiere implantar un nuevo sistema de impuestos justo (Fair Tax).
En el lado de los derechos civiles, está a favor del aborto y de suavizar las leyes sobre armas ocultas. Pide legalizar la marihuana.
En política migratoria, aboga por tener unas fronteras más abiertas y simplificar el proceso para recibir visados. Quiere acabar con el muro de seguridad en la frontera con México porque no soluciona la inmigración ilegal.
Al igual que Stein, propone levantar el embargo a La Habana y no considera que Irán suponga un peligro para la nación. Sin embargo, está a favor de la alianza militar con Israel y en contra de la ayuda exterior al desarrollo.
Si fuera elegido presidente, asegura que pondría fin inmediatamente a la guerra en Afganistán, planificada actualmente para 2014.
»Rocky» Anderson. Partido de la Justicia
Ross Carl Anderson, más conocido como »Rocky», es un demócrata que decidió abandonar el barco. Alcalde de Salt Lake City desde el año 2000 al 2008, este abogado de carrera organizó los Juegos Olímpicos de Invierno en 2002. Los mismos de los que Romney alardea por su pasado como gobernador de Massachusetts.
Fue el único alcalde norteamericano en apoyar la destitución del expresidente George W. Bush por su pública oposición a la invasión de Irak. Su candidato a vicepresidente es Luis J. Rodríguez, principal figura de la literatura en Chicago, escritor, poeta y periodista.
Su programa es claramente progresista: a favor del aborto como derecho (donde el Gobierno no puede decidir), en contra de la venta de armas automáticas y de la pena de muerte. Defiende el matrimonio homosexual, un sistema sanitario de cobertura médica universal y una fiscalidad progresiva.
En economía cree que el control de la Reserva Federal debe estar en manos del Departamento del Tesoro y del Congreso, con el objetivo de tener un presupuesto equilibrado.
Apoya levantar el embargo cubano, la retirada de tropas de Afganistán y del cierre de Guantánamo. Considera que EEUU debe apoyar por igual tanto a Israel como a Palestina y mantener la diplomacia con Irán.
Virgil Goode. Partido de la Unión Constitucional
Goode conoce al detalle los pasillos políticos de Washington. Miembro republicano de la Cámara de Representantes desde 1997 a 2009, fue elegido seis veces como representante por Virginia.
Es el más conservador de los candidatos »invisibles». Se opone frontalmente al aborto, quiere abolir la reforma sanitaria de Obama y defiende abiertamente el derecho a tener armas.
Aboga por utilizar todo tipo de recursos (vallas, tropas y otras medidas) para impedir una «invasión migratoria». Quiere una moratoria de las admisiones en EEUU hasta que el paro no baje del 5%.
En el campo económico es un liberal convencido: en contra de los impuestos progresivos, quiere eliminar el impuesto de sucesión y promete equilibrar el presupuesto ahora adelganzando la administración.
Al igual que Jonhson, promete poner fin inmediatamente a la guerra en Afganistán y hacer oídos sordos a las amenazas iraníes. Quiere cortar de raíz todos los contactos con Teherán.