El Mecanismo Residual para Tribunales Penales Internacionales, la corte de Naciones Unidas que dirime los casos del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), que cerró sus puertas en 2017, ha resaltado que la llamada no contó con autorización previa.
En su comunicado, ha resaltado que «el oficial a cargo no dio al detenido autorización previa para usar las instalaciones de comunicación disponibles para diseminar públicamente información de ninguna forma».
Así, ha señalado que «hay motivos razonables para creer que el detenido habría cometido un delito», al tiempo que ha ordenado «escuchar y resumir» las llamadas «no privilegiadas» de Karadzic durante un periodo de siete días.
Este mismo tribunal decidió en marzoaumentar la condena a Karadzic desde los 40 años de cárcel a cadena perpetua por el genocidio de Srebrenica y los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos durante el conflicto armado de Bosnia y Herzegovina (1992-1995).
Karadzic fue arrestado en un autobús en Belgrado en 2008 tras más de una década prófugo. En sus últimos años escondido en Serbia, vivió como terapeuta con el nombre falso de Dragan Dabic y con una frondosa barba gris.