El coordinador humanitario regional para la crisis en Siria, Kevin Kennedy, ha recalcado que «es completamente inaceptable que las instalaciones y la gente que está intentando salvar vidas sean bombardeadas».
«Los ataques persistentes e incesantes sobre hospitales e instalaciones médicas son una de las características más indignantes de esta guerra y han causado la muerte de cientos de miembros del personal médico y dejado a la gente sin acceso a uno de sus derechos más fundamentales: el derecho a la vida. Deben terminar», ha recalcado.
Por su parte, el coordinador humanitario para Siria, Alí al Zaatari, ha pedido a las partes en conflicto que «se ciñan a su obligación bajo el Derecho Humanitario de proteger a los civiles y la infraestructura civil, como los hospitales».
Kennedy y Al Zaatari han publicado el comunicado de forma conjunta tras los ataques de los últimos días contra un hospital de la localidad de Kafr Tajarim y otro de la ciudad de Abdin. En este último ataque murieron cuatro civiles.