La OMS y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informa de que más de 1.300 yemeníes han muerto — cien fallecidos más desde su última estimación de esta semana — ya por este brote, una cuarta parte de ellos niños.
El brote está ya presente en todas las provincias del país, inmerso en una guerra civil que ha dificultado enormemente los trabajos para contener la enfermedad, según ambas organizaciones, que han hecho un llamamiento a todas las partes «para que terminen con este devastador conflicto».