El director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha señalado en rueda de prensa que, sin embargo, esta decisión «no supone un cambio» en el compromiso y la capacidad de la OMS para luchar contra el brote.
Así, ha reiterado la necesidad de «hacer todo lo posible para acabar con el brote lo antes posible» y ha agregado que la reunión para abordar la situación fue convocada ante el aumento del número de casos.
Tedros ha manifestado además que la organización ha hecho «progresos» en las últimas semanas en «el diálogo y las negociaciones» con algunas de las comunidades afectadas por el brote, con lo que han conseguido acceso a algunas a las que era difícil llegar.
En este sentido, ha recordado que la zona afectada por el brote de ébola «sufre décadas de conflicto», por lo que es importante trabajar para «conseguir la confianza» de las comunidades y garantizar la seguridad de trabajadores y pacientes.
«Trabajamos con las comunidades y las escuchamos para entender sus preocupaciones y necesidades», ha resaltado el director general de la OMS, que ha desvelado además que se aumentará el apoyo a los países vecinos, antes de pedir más financiación internacional.
«No podemos incrementar nuestros esfuerzos si no tenemos fondos suficientes», ha alertado Tedros, quien ha indicado que se ha financiado cerca de la mitad de la cantidad reclamada en un primer momento.
Sin embargo, ha resaltado que hay «costes operativos no contemplados en el plan inicial», entre ellos la reconstrucción de instalaciones incendiadas, por lo que el agujero de financiación actual es de 104 millones de dólares (cerca de 92 millones de euros).
Las declaraciones de Tedros han llegado un día después de que la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) alertara de que el brote de ébola «se está extendiendo más rápido», en parte debido a la falta de confianza en la respuesta ante la enfermedad.
El Ministerio de Sanidad congoleño confirmó a finales de marzo nuevos casos de ébola en las localidades de Beni y Oicha, en las que las autoridades dieron por controlado el brote durante el mes de febrero.
Las noticias sobre la reactivación del brote en Beni y Oicha llegaron una semana después de que las autoridades confirmaran el primer caso de ébola en la ciudad de Bunia, en la que residen cerca de un millón de personas.
El brote se ha cobrado ya al menos 764 vidas y hay otras 358 personas infectadas, lejos aún de las cifras del brote de 2013-16 en África Occidental, cuando murieron más de 11.000 personas. Hasta la fecha ha habido 1.206 casos.
El Ministerio de Sanidad indicó el jueves en su último informe de situación que en las 24 horas anteriores se registraron 20 casos –el máximo diario hasta la fecha desde el inicio del brote– y trece muertos a causa del virus.