«Las políticas de colonización y limpieza étnica de Israel están basadas en el robo (…) de tierra palestina, recursos y vidas», ha dicho en su comunicado, recogido por la agencia palestina de noticias WAFA.
El comunicado ha sido publicado en respuesta a la confiscación de terrenos en Belén para expandir el asentamiento de Maale Rehavam, los planes para anexar territorios en otras zonas del valle del Jordán y la demolición de edificios en Jerusalén Este.
«Estos actos ilegales refuerzan la intención de Israel de cambiar los hechos sobre el terreno y erradicar de forma sistemática la presencia de palestinos en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este», ha argumentado.
Ashrawi ha subrayado que «de esta forma, (Israel) distorsiona las realidades históricas, políticas, culturales, demográficas y geográficas de Palestina», reiterando que «Israel está decidido a expulsar a los palestinos de su patria e imponer el »Gran Israel» en la Palestina histórica».
Así, ha manifestado que «estas medidas peligrosas y desastrosas deben enviar un mensaje directo a la comunidad internacional», añadiendo que el Gobierno israelí «está más comprometido con el robo de tierras y la expulsión masiva (de palestinos) que con la paz».
«Sin un Estado palestino viable territorialmente y contiguo, la paz y la estabilidad son imposibles», ha dicho Ashrawi, reclamando a la comunidad internacional «que vaya más allá de las condenas verbales y garantice la protección del pueblo palestino y la rendición de cuentas de Israel».
En este sentido, ha pedido a la comunidad internacional «medidas más serias y concretas», entre las que ha incluido «sanciones legales, políticas y económicas» con el objetivo de «poner fin a las flagrantes y graves violaciones del Derecho Internacional por parte de Israel».