Siria es a día de hoy un auténtico avispero donde los yihadistas combaten a un tiempo contra otros yihadistas, contra musulmanes y contra laicos. Nada nuevo bajo el sol, puesto que es bien conocido el afán del yihadismo salafista en combatir no sólo al infiel sino también y aún por encima, al apóstata, esto es, al mal musulmán. De esta forma y a estas alturas del conflicto, se han formado en Siria tres frentes yihadistas – por encima de otros grupos menores – y que luchan no sólo contra Basher Al Assad, sino también entre ellos.
Frente Al Nusra. El grupo Jahbat Al Nusra se manifestó en el campo de batalla sirio en enero de 2012, unos diez meses después de iniciadas las hostilidades. Pronto fijó su enemistad en Basher Al Assad, aunque también manifestó su rechazo hacia el resto de elementos internacionales que de una u otra forma participaban en el conflicto, desde Turquía a la Liga Árabe, pasando por todas las potencias occidentales. Al Nusra extiende igualmente su rechazo a la fragmentada oposición a Assad, así como al resto de los grupos yihadistas que combaten en Siria, con especial animadversión hacia el Ejército Islámico de Irak y del Levante (EIIL). Al Nusra se mantiene fiel a Al Qaeda, mientras que Abu Bakr, líder del EIIL no rinde pleitesía a ningún grupo. Cuando en abril de 2013 Abu Bakr anunció la unión del Estado islámico de Irak y del Frente Al Nusra, este prefirió mantener las distancias, que con el tiempo se han convertido en combates abiertos de extraordinaria dureza, con ejecuciones entre miembros de ambos grupos grabadas y difundidas por internet para mermar la moral del adversario.
En suelo sirio, Al Nusra se ha destacado por sus atentados terroristas, la mayoría realizados por suicidas y con una gran letalidad, como el realizado en enero de 2013 en la Universidad de Alepo justo en día de exámenes, que dejó más de 80 muertos o los de octubre de aquel mismo año en Damasco y Hama, con un resultado de 46 muertos. En el plano militar, Al Nusra llegó a ocupar Malula durante siete meses, donde impuso un auténtico régimen de terror.
Ejército Islámico de Irak y del Levante (EIIL). La irrupción de Abu Bakr Al Baghdadi en el escenario sirio ha dado un auténtico vuelco a los combates, hasta el punto de que, a día de hoy, son los más potentes y letales del campo de batalla. Su riguroso entrenamiento y su potencia en combate, así como su gran capacidad de reclutamiento ha llevado al líder del EIIL a disputar el liderazgo de la Yihad con el poderoso líder de Al Qaeda, Al Zawahiri, al que Abu Bakr califica de apóstata, y le ha llevado a enfrentarse con el brazo armado de Al Qaeda en Siria, el Frente Al Nusra. Al Qaeda es consciente de que este enfrentamiento debilita a la Yihad en un escenario en el que ambos grupos deberían estar enfrentándose al dictador Assad, pero la imparable movilización del EIIL no ha dejado demasiadas alternativas.
En el plano militar, el EIIL ha demostrado mucha más determinación que Al Nusra al conquistar la ciudad de Raqqa y mantenerla sin problemas. Su campaña ‘Rompiendo Muros’, lanzada entre 2012 y 2013 le ha llevado a intervenir a ambos lados de la frontera entre Siria e Irak, donde su avance también es imparable, e incluso se ha atrevido a hacer incursiones en el Líbano de Hizbollah. El EIIL también emplea de forma recurrente el terrorismo suicida sin importarle el número de víctimas civiles, tal y como demostró en los secuestros de estudiantes kurdos en la Universidad de Alepo en junio de este año o los ataques contra aldeas alauitas ese mismo mes.
Frente Islámico. Formado por siete milicias islamistas aliadas desde finales de 2013, este grupo es menos protagonista que los anteriores aunque está muy nutrido – casi 50.000 efectivos – y supone un nuevo elemento de tensión, tan alejado del EIIL y del Frente Al Nusra – con quienes ya han tenido algún enfrentamiento armado – como de la Coalición Nacional que forma la oposición oficiosa al régimen de Basher Al Assad. Su mayor mérito militar hasta el momento ha sido el derribo del avión del general Hussein Yaqub Isaac, líder de las Fuerzas de defensa Aérea y con una amplia trayectoria militar, hasta el punto de que es uno de los militares de mayor rango abatidos desde el inicio del conflicto.
Con el objetivo de derribar el régimen de Assad y construir un Estado Islámico en Siria, el Frente islámico aglutino grupos que van desde Liwa Al-Tawid, que domina la región de Alepo, hasta Ahrar Al-Sham o Jaysh Al-Islam, muy activos en la periferia de Damasco.
El Frente Islámico se debate entre sus miembros más moderados y los más extremistas, como Ahrar Al-Sham, que se considera afín a Al Qaeda Central y que ha recrudecido su enfrentamiento con el EIIL, su principal rival entre los yihadistas. No obstante y de momento, el Frente Islámico se mantiene alejado, en sus tácticas y en su discurso, de los grupos yihadistas más radicales.