Pocas caras y nombres quedan de aquellos combatientes que iniciaron la yihad de la mano de Osama Bin Laden. Están escondidos en las inhóspitas montañas de Afganistán o refugiados en aldeas perdidas de Pakistán. Otra nueva generación de hombres de Oriente Medio y África han tomado el relevo y han adaptado las estructuras de la matriz a sus organizaciones regionales. Este es el caso del Frente Al Nusra en Siria, una escisión de Al Qaeda que como su propio líder ha explicado persigue la creación de un estado islámico gobernado por la sharia.
Mohamed al Golani lidera el Frente al Nusra. Su liderazgo en Siria fue una orden directa del Abou-Bakr Al-Bagdadi, líder de Al Qaeda en Irak (ISIS). Sin embargo su relación ha evolucionado negativamente en los últimos meses hasta el punto que ambos están enfrentados. El portal especializado Al Monitor explica cómo ISIS intentó disolver al Frente al Nusra pero su líder rechazó enérgicamente esa opción. Esta tensión provocó la reacción de la máxima autoridad de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, que explicó que solo quiere una facción yihadista combatiendo a las fuerzas de Al Assad en Siria.
Poco más se conoce del líder del Frente Al Nusra. Su nombre hace referencia a los Altos del Golán, una meseta ubicada en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria que están ocupados por Israel y reclamados por Líbano y Siria. El hecho de que el líder del Frente al Nusra haya elegido este nombre explica, en parte, su intención de unificar los territorios.
El analista en Terrorismo Yihadista e Islamismo Radical y Director del Departamento de Terrorismo de ECOSED, Óscar Ventura, explica que “su número de militantes está aumentando de manera significativa, pudiendo ser entre unos 6.000 y 10.000 combatientes, repartidos por la provincia de Idlib, Aleppo, Deir Al Zour y la capital Damasco.»
Óscar Ventura asegura que “se encuentran bien armados y equipados gracias fundamentalmente a los fondos procedentes de Arabia Saudi y Qatar”. Entre sus filas cuentan con veteranos con experiencia en las guerras de Irak, Afganistán y Libia y están siendo nutridos de combatientes extranjeros de diversas nacionalidades (libios, tunecinos, marroquíes, afganos, iraquíes, pakistaníes e incluso europeos como franceses, británicos y españoles) que ven en Siria el nuevo teatro de operaciones de la causa yihadista.
Un gran estratega
Al Golani se ha convertido en un gran estratega. “Ha demostrado una gran operatividad, coordinación y letalidad en sus ataques sobre todo contra objetivos militares y fuerzas de seguridad gubernamentales pero también contra el núcleo político y la sociedad civil que apoya a Al Assad”, explica.
En este sentido, su estrategia ha sido clara desde el principio. “Utilizan su experiencia como yihadistas en zonas de conflicto para planificar, identificar las metas y estrategias con eficacia, convirtiéndose en uno de los grupos más eficientes que luchan contra al Assad”, concluye.
Al Golani no quiere la paz. Su objetivo: borrar de la faz de la tierra a al Assad.