Un motín se desató en la noche del martes en una cárcel de Uruguay, lo que supone el último de los incidentes producidos en centros penitenciarios uruguayos caracterizados por la aglomeración de presos. Tras más de nueve horas de revuelta, el saldo ha sido de varios policías y reclusos heridos y dos módulos en escombros, hasta que se pudo retomar el control el miércoles por la mañana y los más de 1.000 reclusos de esos módulos fueron llevados al patio.
«El saldo es de cinco reclusos heridos de consideración internados en distintos centros asistenciales y tres policías derivados al Hospital Policial con lesiones leves», indicó el ministerio del Interior en un comunicado, que sostuvo que «la situación está totalmente controlada» en el Complejo Carcelario de Santiago Vázquez (Comcar), en Montevideo.
Más temprano, María Eugenia Gama, portavoz del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), había indicado a la AFP que los heridos eran siete reclusos y cuatro policías. Varios de los policías sufrieron traumatismos debido a los ataques por parte de los presos, pero Gama negó que haya habido heridos con armas de fuego. Aunque los heridos que se mencionan son mínimos, un recluso liberado declaró tras reencontrarse con sus familiares:
«Lastimados hay miles, están dando palos a morir», dijo el joven apenas justo después de cruzar la valla, tal y como mostró el informativo de televisión.
Según las imágenes difundidas por la televisión, por la noche se escucharon varias detonaciones, mientras varios presos se mostraban subidos a los techos de los módulos, donde provocaron fuego y causó que por la mañana se veían intensas columnas de humo salir por las ventanas de los recintos carcelarios.
El motín no dejó fallecidos, aseguró el coordinador del Área Metropolitana del INR, Eduardo Pereira Cuadra, a familiares de presos reunidos en la entrada del complejo carcelario, donde cortaron la ruta en varias ocasiones a lo largo del día, mientras que por la noche, las autoridades decidieron que los presos evacuados «pasarán la noche en el patio del módulo 8 porque no tienen otro lugar para ubicarlos», dijo Pereira Cuadra al canal 10.
El jerarca señaló que la decisión de mantenerlos en el patio responde a que no es seguro trasladarlos de noche, por lo que se les distribuirán mantas y se los redistribuirá a partir del jueves en la mañana.
Recientemente, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, admitió que el hacinamiento en el Comcar supera el 150 por ciento y se comprometió a generar este año las plazas necesarias para reducirlo notablemente.
La cadena de incidentes comenzó el viernes 20, cuando dos policías fueron tiroteados por un recluso en la cárcel de Libertad, 50 km al oeste de Montevideo, uno de los cuales está en estado grave. El preso fue abatido en el momento, lo que provocó que el domingo, como protesta los policías del Centro Metropolitano de Rehabilitación Femenino suspendieron las visitas en el centro, lo que generó un motín por parte de las presas, sin que se registraran heridos.
Un reo del Comcar que no fue identificado dijo este miércoles a radio Carve que fueron los policías quienes iniciaron los incidentes, «dando palo» a los presos durante toda la tarde del martes.
Ante la tensión generada por la decisión, el ministerio decidió restituir las visitas y la entrega de paquetes de familiares desde el jueves 26.
El martes, el presidente José Mujica recibió por primera vez a la Unión de Sindicatos Policiales para intentar descomprimir la tensión en los establecimientos carcelarios.
Manfred Nowak, ex relator de la ONU contra la tortura y que en 2009 hizo un informe muy crítico sobre el sistema penitenciario uruguayo, sostuvo en marzo pasado que en los últimos tres años el país mejoró las condiciones de reclusión en las cárceles, pero advirtió que el proceso «ha sido bastante lento».