«Está absolutamente claro que la decisión (de participar en la cumbre) no se ha tomado. No se ha tomado y no se ha debatido, y sólo se debatirá si hay claridad sobre el contenido de la cumbre», ha dicho Riabkov durante su visita diplomática a Washington.
En este sentido, ha subrayado que la participación de su país en la cumbre depende más de la posición estadounidense que del calendario político de Rusia, por lo que ha manifestado que la decisión final no debería ser vinculada con las elecciones presidenciales, programadas para marzo.
«Desde el punto de vista del calendario está claro que la discusión (sobre la participación en la cumbre) tendrá lugar únicamente después de que se celebren las presidenciales el 4 de marzo, pero no es una cuestión de tiempo, sino de sustancia», ha apuntado, según recoge la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
«Si llegamos a un acuerdo sobre el sistema de defensa antimisiles que nos satisfaga, las oportunidades de ir a la cumbre se incrementarán. Si no se alcanza un acuerdo, no importará si se celebra en enero, en marzo o en abril», ha apostillado Riabkov.
Por otra parte, el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, ha anunciado que la estación de radar antimisiles en el exclave báltico de Kaliningrado estará totalmente operativa a mediados de 2014, según recoge el diario ruso »Rossiiskaya Gazeta».
«Según nuestras estimaciones, llevará un año y medio preparar las instalaciones para que estén totalmente operativas», ha apuntado Serdiukov. El radar fue instalado a finales de noviembre para contrarrestar el escudo antimisiles de la OTAN, percibido como una amenaza por el Kremplin.
Una vez el radar esté totalmente operativo, podrá monitorizar simultáneamente 500 objetivos a una distancia de hasta 6.000 kilómetros, ha especificado Serdiukov. Asimismo, el Ministerio de Defensa planifica desplegar misiles tierra-aire S-400 para aumentar la seguridad de las instalaciones, ha apostillado.
(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)