Los manifestantes han provocado el corte del tráfico en diversas ciudades, tal y como indica el periódico búlgaro. En la capital, Sofía, se han convocado cuatro movilizaciones.
Las protestas también han tenido lugar den las localidades de Plovdiv, Dobrich, Gabrovo, Montana y Yambol, entre otras.
Las autoridades han desplegado a unos 2.000 agentes de la Policía en el marco de un dispositivo de seguridad que ha adquirido en Sofía un gran alcance. Los agentes custodian las sedes del Parlamento y de los ministerios.
La semana pasada miles de personas protestaron contra el aumento de los precios del combustible y la subida de impuestos sobre los vehículos más antiguos y contaminantes.
Dichas manifestaciones se extendieron a una veintena de ciudades búlgaras, donde decenas de personas bloquearon calles y carreteras durante horas –incluida una de las principales vías para llegar a Grecia–. Algunos exigían la dimisión del primer ministro, Boiko Borisov.
La decisión del Gobierno de subir los impuestos a los vehículos más antiguos ha provocado la ira de gran parte de la población, que cuenta con un salario mensual promedio de 575 euros.
La oposición ha condenado las medidas y ha alertado de que afectarán a más de 2 millones de coches en el país, los cuales pertenecen al sector más pobre de una población compuesta por unos 7 millones de personas.