Miguel Angel Treviño Morales, también conocido como, «El Z-40», es un líder de la organización criminal conocida como Los Zetas, originalmente fundada por ex-militares de Ejército mexicano a finales de los años noventa y que se dedica, fundamentalmente, al narcotráfico.
En 1999 empezó a trabajar para Osiel Cárdenas Guillén, un líder mafioso mexicano. Sin embargo, después del arresto de su líder, Miguel Treviño y Heriberto Lazcano, alias «El Lazca», elaboraron un pacto para la alianza de Los Zetas con los los hermanos Beltrán Leyva.
Con la muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, líder de la organización criminal de Los Zetas, es inminente el ascenso de Miguel Treviño Morales «Z-40» a la cúpula del grupo, cuyos tentáculos se expanden por gran parte del territorio mexicano, el sur de Estados Unidos y países de Centroamérica.
El abatimiento de «El Lazca» a manos de elementos de la Marina en Progreso, Coahuila, allana el camino para la reunificación de la organización criminal bajo el mando de uno de sus líderes más cruentos, que a lo largo de 13 años ha escalado posiciones en el hampa dejando tras de sí decenas de ejecuciones y la autoría de diversos crímenes y traiciones, por las cuales se ha ganado el mote de «El Judas».
Nacido el 18 de noviembre de 1970 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, Treviño Morales creció en una numerosa familia avecindada en Dallas, Texas, donde comenzó su carrera criminal a temprana edad, al unirse a la pandilla de los Tejas, dedicada al robo y narcomenudeo en zonas de alta concentración de hispanos en territorio norteamericano.
Ingresó a las filas del Cártel del Golfo (CDG) en el año de 1999, a los 27 años. Gracias a su conocimiento del inglés y sus contactos en ambos lados de la frontera, rápidamente se convirtió en hombre de confianza de Osiel Cárdenas Guillén, que ya tenía el control total de las actividades del grupo delictivo en Tamaulipas.
El «Z-40» fue asignado a las actividades del entonces recién creado grupo de Los Zetas (de ahí su alias), brazo armado del CDG. Bajo el mando del ex militar Arturo Guzmán Decena «Z-1», Los Zetas asumieron el «trabajo sucio» del grupo criminal, en labores de contraespionaje para evitar la operación de grupos antagónicos en sus áreas operativas, así como de dirigir el cobro de piso y derecho de paso de mercancía hacia ambos lados de la frontera a través de las rutas tamaulipecas, teniendo a Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros como las principales plazas.
En el 2005 es nombrado jefe de plaza para el Cártel del Golfo en Nuevo Laredo, Tamaulipas, con el mandato de preservar la zona ante los embates de grupos de sicarios del Cártel del Sinaloa, quienes buscaban apoderarse de un paso fronterizo en Tamaulipas. Fue ahí donde Treviño Morales comenzó a crear su fama de sanguinario al orquestar decenas de homicidios de integrantes de grupos rivales, y de reclutar a pandilleros de los Tejas para asesinar a traficantes y narcomenudistas que vendieran mercancía de la competencia.
En el 2006, «Z-40» fue acusado por autoridades de Estados Unidos, quienes giraron una orden de aprehensión en su contra por un doble homicidio en Texas, además de ser acusado de conspiración para el tráfico y distribución de cocaína en Norteamérica.