Fuentes consultadas por la agencia de noticias DPA han indicado que la cúpula de la CSU han decidido por unanimidad comenzar las negociaciones con Electores Libres, que aunque solo está presente en el sur de Alemania sumó un 11,6 por ciento de los votos en las elecciones del 14 de octubre.
La CSU ha caído diez puntos hasta un 37,2 por ciento, lo que le mantiene en el Gobierno pero sin la mayoría absoluta de la que ha presumido durante años. Esta cifra le obliga a buscar un socio para seguir gobernando el ‘lander’ más próspero de Alemania.
El acercamiento a Electores Libres ha sido interpretado como un rechazo indirecto a los Verdes, ya que son las dos únicas opciones posibles. La CSU y la formación ecologista tienen profundas diferencias en temas como migración y seguridad.
La debilidad de la CSU en Baviera ha afectado también a su posición en el Gobierno federal, donde forma tándem con la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel. El líder de la CSU y ministro de Interior, Horst Seehofer, ha prometido ser más «educado» con la canciller.
Seehofer endureció el discurso sobre migración en un intento de frenar el avance de Alternativa para Alemania (AfD). Sin embargo, ha perdido poder y el partido ultraderechista ha conseguido entrar en el Parlamento de Baviera con un once por ciento.