Un portavoz del número 10 de Downing Street ha confirmado la aceptación de las enmiendas con el argumento de que todas ellas son compatibles con el Libro Blanco, según recoge el diario británico ‘The Guardian’. Este cambio podría acercar un Brexit «duro».
La propia May ha asegurado que está «contenta de escuchar las preocupaciones de los colegas» en respuesta a las acusaciones de haber dado marcha atrás en su postura lanzadas por la oposición.
El diputado del Partido Laborista Gareth Thomas ha denunciado que «los Brextremistas están ahora al mando» y ha advertido de que Bruselas se ha percatado de ello «igual que todos nosotros».
«Hemos dado otro paso más hacia la catástrofe de un Brexit sin acuerdo que nos quieren imponer por la conjunción de la parálisis del Gobierno y la confusión parlamentaria», ha añadido. Así, ha defendido la necesidad de un nuevo referéndum sobre el acuerdo para el Brexit como «la única salida para este punto muerto».
El cambio de rumbo de May satisface a los más acérrimos partidarios del Brexit, pero podría provocar además la ira de los diputados conservadores favorables a la permanencia de Reino Unido en la UE y causar aún más inestabilidad.